Hace un año, Mar del Plata sufría una granizada histórica

Hace un año, Mar del Plata sufría una granizada histórica
Mar del Plata fue sorprendida por una fuerte granizada el 24 de febrero de 2013. La tormenta fue considerada como uno de los fenómenos meteorológicos más violentos y singulares sufridos en la ciudad. Hubo importantes daños materiales, en especial en el centro y la zona norte.
Hace un año Mar del Plata experimentó uno de los fenómenos meteorológicos más inesperados, fugaces y dañinos de toda su historia. En la tarde del domingo 24 de febrero cientos de miles de personas disfrutaban de una jornada soleada y calurosa cuando un conjunto de nubes oscuras y amenazantes comenzó a aproximarse desde la zona sudeste. Pocos minutos después de las 15 empezaron a caer las primeras gotas. En cuestión de segundos llegó una fuerte granizada, con piedras de unos 7 centímetros de diámetro. La tormenta, que por sus características no había podido ser pronosticada, tomó a todos por sorpresa. En medio de la estampida de quienes en ese momento se encontraban al aire libre, hubo enormes destrozos, en especial, en el norte de la ciudad.

A medida que el suelo se cubría de un manto blanco el granizo se estrellaba contra autos, techos y cristales causando daños de una magnitud incalculable. El fenómeno se extendió sólo por algunos minutos pero provocó grandes destrozos, algunos de los cuales aún hoy siguen a la vista. Todavía hay quienes conservan una mesa de jardín perforada por un piedrazo o una pileta de lona remendada.

También están los que no pudieron quitarles los bollos a sus vehículos o los que tienen pendiente reparar algún techo "Fue algo asombroso, un fenómeno único, que tuvo la particularidad de haber afectado sólo a una franja de la ciudad. Mientras en algunos lugares la gente no estaba ni enterada de lo que ocurría en otros nos encontrábamos con grandes daños y personas muy angustiadas por lo que había pasado", le explicó a LA CAPITAL el director de Defensa Civil de la comuna, Rodrigo Gonçalves.

La tormenta realizó un recorrido desde el sudeste hacia el noroeste de Mar del Plata, manifestándose como una fuerte granizada a la altura de la avenida Juan B.Justo y Alem. La caída de enormes piedras se produjo hasta la zona del Aeropuerto, afectando a diversos barrios y a la zona del microcentro.

"Cuando recibí el aviso yo estaba en el Bosque Peralta Ramos donde sólo llovía. Por eso me causó mucha sorpresa observar lo que había ocurrido a medida que me iba acercando al centro", recordó Gonçalves.

Esa tarde todo el personal de Defensa Civil y de diversos organismos del municipio debieron trabajar con intensidad para resolver los problemas más urgentes provocados por la tormenta, la cual, se disipó por completo al atardecer.

Lo más exigente fue ingresar a más de 20 edificios para desprender los cristales rotos y evitar que cayeran sobre los peatones. Sólo en la sede del Banco Provincia de San Martín y Córdoba se contabilizó la rotura de 100 ventanas. "Como era domingo tuvimos que convocar al gerente para acceder a las oficinas y recorrer los 14 pisos", comentó el funcionario, quien recordó que ese trabajo quedó concluido cerca de las 9 de la noche.

Entre los edificios más afectados también estuvo el ubicado sobre la sede de la obra social de los pasteleros de Luro y España, donde se rompieron al menos otros 50 vidrios. Como la granizada estuvo acompañada por fuertes ráfagas de más de 40 kilómetros por hora, parte del trabajo de Defensa Civil estuvo dedicado a retirar gran cantidad de ramas desprendidas por el viento. También se cayeron algunos postes provocando cortes de energía eléctrica en diferentes barrios.

El agua acumulada no fue mucha ya que se contabilizaron 17 milímetros, aunque en un breve período de 10 minutos.

Los principales destrozos

"Cuando el lunes a la mañana llegué al negocio era como si se hubiera venido el fin del mundo", le contó a LA CAPITAL Jorge, empleado de una vidriería ubicada en La Pampa al 600. A las 8 de la mañana ya había unas 15 personas realizando fila en la puerta. Algunas hasta habían llevado las aberturas consigo para reponer los cristales.

"Lo primero que escuchamos al entrar al negocio fue el teléfono, que estuvo al rojo vivo durante todo el día. Y al encender la computadora nos encontramos con la casilla de correo llena de pedidos. Llegamos a armar listados de hasta 600 clientes para ir a tomar medidas en un mismo día", recordó Jorge.

La demanda fue tan intensa que, según sus cálculos, recién se pudo dar respuesta a todos los trabajos pendientes en el término de tres meses. "Nunca vivimos algo así. Incluso empezaron a aparecer vidrieros de Balcarce, Miramar o Tandil porque los de acá no dábamos abasto", contó. Según Jorge aún hoy suelen aparecer en el local personas que necesitan cambiar algún cristal o reparar algún techo de policarbonato que sufrió daños durante la granizada del año pasado. "La gente sigue viniendo para arreglar cosas que se rompieron en aquella tormenta y que no eran urgentes, como un ventiluz o el techo de un patio interno", comentó.

El lunes 25 de febrero la gente también abarrotó de trabajo a los techistas y se agolpó frente a las compañías de seguros, los talleres de chapa y pintura y las casas de ventas de parabrisas, que demoraron meses en cumplir con los pedidos. Entre los afectados hubo muchos turistas que, ante la imposibilidad de reparar sus vehículos, abandonaron la ciudad con sus autos dañados.

Según los cálculos realizados durante aquellos días, hubo quienes debieron gastar más de 30 mil pesos para reponer parabrisas, quitar los bollos y cambiar lunetas y ópticas. Los taxistas y los remiseros a los que la tormenta los sorprendió en la calle estuvieron entre los más perjudicados ya que aproximadamente el 40% de las unidades que componen la flota sufrieron algún tipo de daño.

A los servicios ofrecidos por los talleres marplatenses, se les sumaron incluso los de cuadrillas de "sacabollos" que llegaron a Mar del Plata desde otras localidades más propensas a sufrir el granizo, atraídos por la fuerte demanda para reparar automóviles.

Junto a los daños materiales, también hubo personas lesionadas al ser sorprendidas por el granizo a la intemperie. Si bien nunca se determinó a ciencia cierta cuál fue el número de lesionados, se supo que los hospitales móviles ubicados en la Rambla les brindaron primeros auxilios a unas 20 personas que fueron alcanzadas por las piedras. En tanto que en distintos centros asistenciales se atendieron casos de contusiones y heridas cortantes producidas por las roturas de vidrios y parabrisas.

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