Habla la chica de 12 años que fue mamá

Habla la chica de 12 años que fue mamá
A pocos días de haber sido madre, esta niña retomará las clases. “El jueves fui a rendir”, cuenta. Pilar, la beba, quedará con la abuela durante las horas de clase.

“Desde el principio dije que iba a seguir la escuela”, cuenta B, la niña de 12 años que fue madre hace nueve días, y que el próximo lunes retomará el cursado de su primer año del secundario. Y es que la continuidad de la educación formal parece no estar en discusión en esta casa de barrio Obispo Angelelli, adornada con un colorido cartel que le daba la bienvenida a la pequeña Pilar.

“El jueves fui a rendir, ahí nomás me tomaron la prueba, y aunque no había estudiado me fue bien”, relata con inocencia, y describe que su llegada armó cierto revuelo en la escuela, porque todos querían verla y saber cómo estaban ella y su beba.

–¿La vas a llevar al colegio?

–Me la dejan llevar, pero la voy a dejar acá con mi mamá.

Lucía, la flamante abuela, se apura en explicar que en esta época del año no es conveniente que la beba sea expuesta al frío al contacto con tanta gente, siendo tan chiquita. “A la hora que B sale ya está muy frío, así que mientras ella no esté yo la voy a cuidar en casa, y le voy a dar la mamadera”, describe, y agrega: “Tal vez cuando sea más grandecita… pero ahora mejor que no, hay que cuidarla mucho”.

“En el colegio le iban a dar un tiempo, pero si ella se siente bien y quiere seguir yendo, que vaya, mejor que no pierda clases ni ritmo”, rescata Lucía.

–¿Cómo han sido estos primeros días de mamá?

–Bien. Lo único que no me animo es a cambiarle el pañal, el pupito me da cosa.

Para B, el embarazo fue muy corto. Y es que supo que estaba embarazada cuando la gestión ya llevaba más de seis meses. “Yo no sabía que estaba embarazada, me sentía bien, no sentía nada especial, y andaba por todos lados como si nada”, asegura.

Si algo no le podrán achacar, es haber faltado de más a la escuela. Cursó regularmente hasta el jueves 22 de mayo, y dio a luz al día siguiente. En menos de una semana, fue a rendir. Y el lunes ya retomará las clases.

“Sería una lástima que pierda el colegio, ella sabe que tiene que aprovechar ahora que nos tiene a nosotros, que podemos ayudarla con la beba, porque no hay oportunidades de trabajo si no termina la escuela”, sentencia Lucía, y con conocimiento de causa porque lo pasó: “Yo no terminé la secundaria, y después me arrepentí”.

Culpas. “Yo me echo mucho la culpa, me costó muchísimo asumirlo, y al principio sólo quería volver el tiempo atrás para ver en qué me equivoqué. Acá no faltó diálogo, yo siempre les hablé de sexualidad, de cómo cuidarse, pero ella no me escuchó, no le llegaron mis consejos… no es lo que yo hubiera querido para ella, pero ahora la veo a la beba y estoy re chocha, feliz, con mi nieta y con cómo ella lo asumió, tan responsable, tan segura, tan madura a pesar de que es muy chica”, resume.

Cuando su voluntad flaqueó, fue B quien le puso los puntos: “En un momento pensé en darla en adopción, aunque seguro que después me hubiera arrepentido, pero ella puso el grito en el cielo, ‘yo no la voy a dar, la voy a criar con ustedes o sin ustedes’, me dijo”.

Lucía le pone palabras a todo, porque considera que la difusión de su historia pueda servir para que se hable más de sexualidad en las familias. “Hoy los chicos pueden hablar con los padres, decirles que se quieren cuidar, preguntar cómo o ir a un dispensario. Yo no tuve una madre que me hablara de pastillas o preservativos”, afirma.

Los médicos y los psicólogos vienen haciendo hincapié en lo mismo: B es mamá, Lucía es abuela. “Todos se lo dicen, y lo habíamos hablado durante el embarazo, ella sabe que yo estoy para ayudarla cuando no pueda, pero que la mamá es ella”, refuerza. “Lo lindo es que ellas se están adaptando bien, tiene en claro que es la mamá, le da la teta, y siente la responsabilidad de tenerla con ella”, asegura.

Parto. “No sufrí casi nada en el parto, sólo los dolores de las contracciones fueron muy fuertes, no los aguantaba más”, narra B. “Primero, no veía la hora de que me la sacaran, y después no veía la hora de que me dejen descansar”, dice, entre risas. “Ahora la veo y no lo puedo creer...”.

23/5

Nació Pilar. La beba nació en el Misericordia, con 2,400 kilogramos. En el primer control, ya había subido 300 gramos.

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