Guachipas inundada de desechos cloacales y nadie se hace cargo

Guachipas inundada de desechos cloacales y nadie se hace cargo

Son fincas privadas en el ingreso al pueblo donde colapsaron las cloacas. Responsabilizan a un diputado de haber sido el encargado de realizar obras en malas condiciones. Tierras dañadas, animales muertos y mal olor, los resultados.

Los miles de metros cuadrados de las fincas que están en el ingreso al pueblo de Guachipas, son propiedad de Graciela Gómez y su hermana, y hace al menos cuatro años están siendo contaminadas por líquidos cloacales producto de una pérdida por las obras de cañerías mal realizadas.

Al momento de las excavaciones y colocación de tubos para canalizar los desechos, las fincas eran arrendadas por el diputado Mariano San Millán, actualmente elegido para formar parte de la Auditoría General de la Provincia.

San Millán le comunicó verbalmente a la dueña de las tierras que iban a hacer las obras de cloacas y antes de obtener siquiera una respuesta, los trabajos ya habían iniciado. “Me llamaron los vecinos para decirme que 100 personas estaban cavando en forma lineal mi finca” contó Graciela Gómez quien al momento de llegar a sus campos consultó qué hacían y le respondieron que eran “enviados de San Millán”.

La propietaria contó que previo al desastre, el Ente Regulador la había convocado para firmar el consentimiento de la obra que realizó San Millán, pero se negó a hacerlo por tres razones: “entraron a excavar sin permiso, ofrecían un pago irrisorio por las tierras a expropiarse (para el paso de los caños) y la obra estaba siendo mal ejecutada”.

El tiempo pasó y tal como advertían los lugareños, las cloacas terminaron por colapsar e inundaron miles de metros cuadros dejando animales muertos, tierras estropeadas y un olor nauseabundo en todo el pueblo.

Los propietarios iniciarán las acciones legales pertinentes. El viernes, el Ente Regulador iniciaría una acción sumaria para ver quién es el responsable de lo sucedido. Aguas del Norte, Provincia y Municipio, no se hacen cargo.

“Me tiraron el Estado por la cabeza” cerró la dueña.

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