Fuerte shock del policía herido por delincuentes

Fuerte shock del policía herido por delincuentes

El joven auxiliar recibió tres balazos. Su familia lo acompaña tras el grave hecho en el que perdió la vida quien era su superior. Lo elogió el ministro Leonardo Comperatore.

El auxiliar de la Policía de Mendoza Héctor García, quien resultó herido en el terrible hecho ocurrido el jueves a la noche en el barrio Barcala, de Maipú, aún está en shock. A la pérdida de su superior, el oficial inspector (posmortem) Jorge Lorens, ocurrida en el mismo suceso, sumó que recibió tres heridas: en un hombro, en la cabeza y en una mano.

El joven oficial, casado con Laura, salvó su vida al cubrir su cuerpo con el cadáver de un delincuente en la vivienda de la manzana D casa 14 del barrio maipucino, donde Daniel Ávila (52) y su joven hija eran asaltados por tres sujetos fuertemente armados, y los policías fueron a socorrerlos.

García, quien sobrevivió a su compañero, fue llevado al hospital Paroissien, de Maipú, donde los médicos posiblemente hoy le den el alta.

Su esposa estaba a lado de la silla de ruedas cuando lo trasladaban de regreso de la FUESMEN, donde le hicieron varios estudios para cerciorarse de que no hay secuelas de las heridas recibidas. 

El auxiliar tiene el rostro angustiado. Tal vez por su mente rondan aún las imágenes de lo ocurrido la noche anterior, lo que sería como ver una película cuyo protagonista era otro. Sin embargo, la realidad los tuvo a él y Lorens en el papel protagónico.

Se resiste a hablar. Todavía le parece una pesadilla lo vivido. Está consciente y muy dolido por la muerte de quien fuera su superior y con quien compartió los tremendos momentos vividos el jueves a la noche cuando también un delincuente resultó muerto en medio de la balacera, mientras sus cómplices escapaban.

El rostro de García habla por sí solo de esos momentos que tal vez tarde mucho tiempo en olvidar. Tan sólo el amor de su esposa e hijos y el afecto de sus compañeros le devolverán la calma que tanto necesita para reintegrarse a la fuerza y seguir cumpliendo con su deber, como lo hizo en este episodio tremendo.

El diálogo, por no decir el monólogo, con UNO duró apenas unos pocos minutos. Debían llevarlo a que el médico revisara los estudios y a partir de allí determinar los pasos a seguir. Su esposa, Laura, dijo con el rostro muy apesadumbrado y apretando fuerte los estudios de su marido al pecho: “Él está de duelo”, como para justificar su silencio que es muy comprensible para cualquier ser humano. 

Cuando se le agradeció por su actitud de cuidado a la sociedad, con la mirada perdida esbozó un “gracias” colmado de dolor. 

El joven oficial de 31 años antes de prestar servicio en la subcomisaría de Tropero Sosa, había sido el chofer del actual ministro de Seguridad, Leonardo Comperatore, cuando este estaba al frente del Instituto de Seguridad Pública.

La trágica noche, Comperatore corrió al hospital Paroissien para interesarse por el estado de salud de los dos efectivos heridos. Tras enterarse de que por Lorens ya no había nada que hacer, pues su deceso ya se había producido, fue a ver al otro policía herido y se llevó la desagradable sorpresa de reconocer en él a  quien fuera su chofer durante mucho tiempo estableciéndose entre ambos un lazo afectivo que permanece en el tiempo.

Esa noche ambos hablaron, según contó a UNO Comperatore (durante el velatorio de Lorens en Luján) y recordó anécdotas vividas con García. “Es un gran oficial, muy servicial y siempre dispuesto cuando uno lo necesita, pero esencialmente una muy buena persona. Y esto no lo digo por lo que pasó. Siempre pensé eso de él y lo sabe”.

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