Fuerte olor a azufre preocupó a los vecinos y autoridades reclaman medidores de aire

Fuerte olor a azufre preocupó a los vecinos y autoridades reclaman medidores de aire

En la noche del viernes  y el sábado a la mañana el fuerte olor azufre predominó en el ambiente. Hubo 30 llamados al COEM consultando sobre la situación.  Desde el Hospital aseguraron que en principio no generaría riesgo para la salud y que desde Provincia no habían informado ningún cambio o modificación del nivel de alerta desde el punto de vista se Salud Pública. Los efectos de los gases y qué dicen los especialistas. 

Un fuerte olor azufre sorprendió a los vecinos el viernes por la noche y en la madrugada del sábado. El olor podría deberse a la acción de la lluvia sobre la ceniza volcánica caída por la erupción del volcán Calbuco, que entre los componentes se encontraría el azufre, o bien a emanaciones de gases provenientes del volcán.

La realidad es que oficialmente no hubo información al respecto y la situación generó incertidumbre en la población. En el Comité de Operaciones de Emergencias hubo unos 30 llamados de vecinos consultando sobre el olor, que por momentos se percibió más fuerte que el primer día de la erupción.

“En la muestras de cenizas había azufre pero no llegan a ser tóxicas las dosis. No tengo información oficial de que haya habido un cambio respecto a la salud pública, se recomienda lo mismo, usar barbijos y sobre todo para los pacientes de riesgo”, dijo el director del Hospital local, Rodrigo López.

Por otro lado, señaló que esperan la llegada de medidores de partículas de aire, una herramienta indispensable para medir la concentración y tamaño de las partículas de cenizas que se respiran. Cabe recordar que las partículas menores a 10 micrones ingresan directamente al sistema respiratorio y son dañinas. Por eso se recomienda a los vecinos que ante la presencia de ceniza volcánica en suspensión, lleven colocado el barbijo. Sobre todo en el caso  los menores y aquellos que padezcan enfermedades respiratorias.

Luego de la erupción del Cordón Caulle el SEGEMAR había instalado dos medidores de aire y durante al menos un año se realizaron mediciones periódicas, cuyos resultados finales nunca se conocieron. Se supo que los medidores fueron trasladados tiempo después a Copahue.

A la fecha,  ni Provincia ni Nación informaron cuando enviarán nuevamente los medidores.

Los estudios sobre  efectos de la ceniza volcánica 

El Manual de Procedimiento ante la caída de cenizas volcánicas, elaborado en el 2010 por el Grupo de Estudio y Seguimiento de Volcanes Activos (GESVA) de la Universidad de Buenos Aires, asegura que: “Hasta la fecha, la mayor parte de los estudios epidemiológicos han mostrado que la ceniza volcánica es capaz de causar problemas a corto plazo, como asma, bronquitis e inflamación de los pulmones. Sin embargo pocos estudios han tratado los problemas a largo plazo, pues por mucho tiempo no se realizó el seguimiento de las poblaciones afectadas. Los resultados dependen muchas veces de la dosis administrada, así como del tiempo de exposición. De igual manera que para las enfermedades relacionadas al consumo de cigarrillo, el tiempo de exposición es crucial”.

“Los síntomas aparecen años o décadas después del inicio del tiempo de exposición. Estos problemas se incrementan para cada volcán cuando la ceniza volcánica es diferente en composición y distribución del tamaño de partículas, y por ende en su toxicidad potencial. Las características de la ceniza pueden incluso variar para un mismo volcán, puesto que puede cambiar en su estilo eruptivo.”

Respecto de la calidad de aire,  señala que “está afectada por la presencia de aerosoles (suspensión de partículas sólidas o líquidas en el aire) y gases, estos últimos asociados a la actividad volcánica debido a emisiones desde el cráter o emisiones difusas del suelo. Si bien, la información respecto a aerosoles es válida para todas las áreas afectadas por este fenómeno, las emisiones gaseosas pueden afectar a poblaciones que se localizan cerca de los volcanes. Las emisiones más preocupantes son SO2, HF,sulfato (SO4 ²),  CO2, HCI y H2S, aunque existen otras especies volátiles que pueden afectar la salud humana, incluyendo mercurio y otros metales”.

Gases:  Dióxido de azufre (SO2)

El dióxido de azufre es uno de los gases más comúnmente liberados durante erupciones volcánicas (después de vapor de agua y dióxido de carbono), y es preocupante a escala global,debido a su potencial influencia en el clima. A escala global SO2 es peligroso para los humanos en su forma gaseosa y también porque se oxida formando ácido sulfúrico, como aerosol.

El dióxido de azufre es un gas incoloro con un olor irritante característico. Este olor es perceptible a diferentes niveles, dependiendo de la sensibilidad individual, pero generalmente se percibe entre 0.3-1.4 ppm y es fácilmente notable a 3 ppm (Baxter, 2000; Wellburn, 1994). Su densidad es más del doble que la del aire, y es altamente soluble en agua. En contacto con membranas húmedas, el SO2 forma ácido sulfúrico (H2SO4), que es responsable de fuertes irritaciones en los ojos, garganta, vías respiratorias (mucosas) y piel.

En tanto un informe del International Volcanic Health, asegura que “la sobreexposición en el corto tiempo causa inflamación e irritación, provocando ardor en los ojos, tos, dificultades respiratorias y sensación de tensión en el pecho. Las personas asmáticas son especialmente sensibles a este gas y pueden reaccionar ante concentraciones tan bajas como 0.2 a 0.5 ppm. Una exposición prolongada, o repetida a concentraciones bajas, (1-5 ppm) puede ser peligrosa para personas con enfermedades cardíacas o pulmonares previas. Los efectos producidos por distintas concentraciones sobre la salud, han sido documentados por diferentes investigadores y organizaciones”. 

Como en La Angostura no hay medidores ni de partículas ni de gases, se desconoce el nivel de concentración de los mismos.

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