Desde chapas y otros elementos para el armado de sus casillas provisorias donde residir ante el descenso de las aguas, ropas, víveres, medicamentos, cobertores plásticos, frazadas, repelentes y también reforzando los planes de vacunación, vacunando y otras prestaciones sanitarias y sociales, forman parte de la ayuda que el estado provincial ha desplegado en la segunda ciudad de la provincia.

Asimismo y ante un escenario que aun resulta difícil a partir de que en puerto Pilcomayo la altura esta por sobre los 6,35 metros en ascenso, los pronósticos de que la crecida ira atenuándose hacen que el optimismo se vea renovado en las familias que están pasando por este difícil momento.

Fue expuesto que mas allá de las asistencias primarias y las posteriores que se han incrementado en consonancia con el número de afectados, existe un seguimiento de cada caso en particular a partir de requerimientos especiales que pudieran darse en alguna familia.

El monitoreo social es constante en las zonas ribereñas y también en los sectores donde se han reubicado a las familias que debieron dejar sus viviendas anegadas. Por ejemplo, la sección que comprende del kilómetro 4 hasta Puerto Pilcomayo, donde se aprecia un acentuado número de casillas construidas a la vera de la ruta, se disponen de visitas diarias de operadores sociales a fin de atender las necesidades.

El intendente clorindense, Manuel Celauro junto a colaboradores recorre de manera permanente los sectores donde hay familias reubicadas y también donde están funcionando a pleno las bombas de desagües, disponiendo las medidas que sean necesarias ante la emergencia.

Ya en su momento el estado provincial y ante este escenario que se estimaba podría darse, dispuso realizar los trabajos de recrecimiento de la defensa, porque presentaba socavones en algunos lugares, además de acondicionar los equipos que conforman el sistema de bombas de desagües, con lo que se mantiene protegida a la ciudad ante este contexto de crecida.