El sábado de los cinco puntos de diferencia, de los dos goles (el primero, una perla), de la punta en soledad asegurada, del 3-1 en La Paternal, finalmente no pudo ser una gran tarde. Y estuvo lejos de serla por ese segundo fatal. El destino quiso que Arruabarrena no pudiera sacarlo cuando se puso 2-0, como tenía pensado, porque el Bicho descontó rápido, y a Tevez se le saltó la cadena: dejó la pierna en un cruce con Ham y lo fracturó.

Esa fue la imagen del día, triste imagen. El 10, que a veces tanto la liga, metió fuerte, no sacó la pierna y así lesionó mal a su rival. Era roja directa, pero lo de Luis Alvarez fue tan espantoso que ni amarilla (era la segunda) le sacó.

Después del triunfo, hubo foto grupal festiva en el vestuario, como siempre. ¿Era necesario esta vez, más allá de la alegría por el 3-1? Fue un sábado feliz para Boca a nivel resultado, esperando ahora más tranquilo el San Lorenzo-Racing del domingo. Fue duro para Tevez, que fue figura por sus goles, que demostró que su equipo depende de él, que terminó golpeado justamente por el golpazo a Ham, quien se fue en llanto con fractura y posterior operación.

Sus compañeros respaldaron a Carlitos, diciendo que son cosas del juego, que no hubo intención. Lo mismo que Arruabarrena, aunque la imagen es elocuente: el ídolo esta vez se equivocó. Gorosito no lo perdonó y le dio con todo, contando que "ahora no sirve pedir el teléfono" y hasta ironizando por la preocupación. Al 10 de Fuerte Apache, consciente del macanón, no le quedó otra que pedir perdón.