El INDEC reconoció ayer que en un año hubo una fuerte caída del empleo. Proyectado a todo el país, se perdieron 190.000 puestos de trabajo. Y eso se tradujo en un leve incremento de la desocupación (del 7,2 al 7,5%) porque más gente dejó de buscar trabajo. Así surge de las cifras de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del segundo trimestre de 2014.
La caída del empleo incluye a trabajadores en relación de dependencia, por cuenta propia y profesionales tanto en blanco como en negro. Y fue generalizada, aunque golpeó con mayor intensidad en el Conurbano bonaerense, La Plata, Tierra del Fuego y en el cordón industrial de San Nicolás-Villa Constitución.
A diferencia de informes anteriores, esta vez el INDEC modificó las bases de los datos de población según el Censo 2010, pero llamativamente no empalmó las series anteriores por las nuevas cifras del Censo ni dio a conocer los números de la gente ocupada y activa.
Según el informe del INDEC, el noreste del país goza de una situación privilegiada en cuanto a empleo con una tasa de desocupación de 3,3 por ciento.
En esa región se destaca la ciudad de Resistencia, capital del Chaco, donde la desocupación afecta a sólo el 0,6 por ciento de la población en condiciones de trabajar.
Formosa
Según un estudio realizado a través de los datos obtenidos de la Encuesta Permanente de Hogares, en Formosa desde el 2003 hasta el 2010, registró entre los años 2004, 2005, 2006 y 2007, el mayor índice de jóvenes de entre 15 a 19 años que estaban desempleados, dándose en el año 2004 (24,7%) y en el año 2005 (24,8%) de jóvenes desocupados. En tanto en el 2006 se redujo a 14,8 y nuevamente en el 2007 se incrementó a 18,9. Para el 2010, el número de jóvenes desocupados, en porcentaje era de 9,2% y para el 2011, último registro, fue de 0%.
Distinto es el caso de la tasa de empleo, donde desde el 2003 hasta el 2011 se redujo el porcentaje drásticamente, pasando de los mayores picos –años 2006 (10,3%), 2007 (10,2%) y 2009 (11,7%) al más bajo registrado el último año de medición, en el 2011, que fue de apenas 5,6% de tasa de empleo juvenil.
Menores de 24 años
En total suman 718.000 los jóvenes y adolescentes desocupados, sobre 1,8 millón de personas sin trabajo. A su vez, la tasa de desempleo juvenil alcanza al 26,3%, más que duplicando el promedio general.
Estas cifras fueron difundidas en un Seminario sobre Trayectorias Laborales realizado en el Ministerio de Trabajo donde se presentaron 6 estudios de la cartera laboral.
El informe sobre desempleo marca que la desocupación golpea con más fuerza a los jóvenes y que “la probabilidad de los jóvenes de estar desempleados es 3 veces mayor, mientras entre los adolescentes es 4 veces superior a la de los adultos”.
En parte este fuerte peso de los menores de 24 años en el desempleo total se debe a que los planes sociales asisten a los jefes y jefas de hogar que constituyen una minoría en el sector juvenil.
Aún así, el estudio de la cartera laboral, en base a cifras de fines de 2004, revela los “principales hallazgos y conclusiones” del diagnóstico laboral: de los 718.000 jóvenes desocupados, 387.000 son varones y 331.000 mujeres. Pero en relación a la cantidad de gente en actividad, la tasa de desempleo entre los varones de 15 a 24 años es del 24,1% y entre las mujeres asciende al 29,5%.
El desempleo juvenil se concentra en los grupos sociales más vulnerables. Y en especial en las mujeres y los menos educados. La mayor parte de los jóvenes desempleados provienen de hogares de escasos recursos.
La incorporación temprana al mundo del trabajo por parte de los jóvenes es un factor relevante que condiciona la culminación de los estudios requeridos para el acceso a un empleo de calidad”. Alrededor del 80% de los jóvenes ocupados o desempleados abandonó la escuela, mientras entre los inactivos la asistencia escolar trepa el 76%.
El estudio dice que los adolescentes desocupados que no asisten a la escuela suman 154.000, de los cuales sólo una cuarta parte culminó los estudios secundarios.
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