Federico Falco ganó el Premio Medifé-Filba con su novela “Los llanos”

Federico Falco ganó el Premio Medifé-Filba con su novela “Los llanos”

En la librería Eterna Cadencia, el jurado anunció que el escritor cordobés nacido en 1977 se quedó con el galardón, que entrega 500 mil pesos.

“Y la novela ganadora es Los llanos de Federico Falco”, dijo Claudia Piñeiro, jurado del Premio Medifé-Filba, alrededor de las 19:30, cuando todavía era de día, en la terraza de Eterna Cadencia. Fue este martes que se develó el ganador de la segunda edición de este concurso literario que otorga al ganador 500 mil pesos. En el lugar estaban los finalistas, editores, lectores, periodistas. También Jorge Consiglio, Julieta Venegas, Hernán Ronsino, Valeria Tentoni, Juan Ignacio Pisano (ganador de la edición anterior), Ricardo Romero y Noé Jitrik, entre tantos otros.

El jurado, que eligió la novela de Falco entre las 204 postuladas, estuvo formado por Sergio Bizzio, Vera Giaconi y Piñeiro. Primero dieron a conocer una lista larga de diez novelas, luego la corta con cinco y finalmente ganó Los Llanos. Las cuatro obras que quedaron en las puertas son Maratonista ciego de Emilio García Wehbi, No es un río de Selva Almada, Amado Señor de Pablo Katchadjian y Confesión de Martín Kohan. “Hubiéramos querido elegir más de una novela ganadora”, dijo Piñeiro y describió a Los llanos como “una novela de belleza ideal” que “describe un mundo al que uno puede ir a sanarse”.

"Los llanos" de Federico Falco

“En la lista eran novelas increíbles todas”, comenzó diciendo Falco en la terraza de Eterna Cadencia, agradeciendo el premio. Luego contó que mucha gente le escribió sintiendo identificación con la ruptura que narra el libro aunque muchos eran también “duelos laborales, duelos de seres queridos, duelos amorosos”. “Este fue un año que perdimos mucho. Está bueno que esto sea para todos [en referencia al premio] y brindar que estamos acá y que lo pasamos”, agregó.

Nacido en 1977 en General Cabrera, provincia de Córdoba, Falco es una de las voces más interesantes de la narrativa argentina contemporánea. Su obra se compone de cuatro libros de cuentos 222 patitos00 (ambos en 2004), La hora de los monos (2010) y Un cementerio perfecto (2016); la novela breve Cielos de Córdoba (2011) y el libro de poemas Made in China (2008). En 2010 fue seleccionado por la revista Granta como uno de los mejores narradores jóvenes en español. Actualmente reside en Buenos Aires, donde coordina talleres de escritura y codirige el proyecto editorial Cuentos María Susana.

Los llanos es su primera novela, con lo cual podría decirse que ganó el Premio Medifé-Filba con su debut en el género. El protagonista es un escritor en crisis que, tras una ruptura amorosa, se muda a una casa de campo para afrontar lo mejor posible el duelo:siembra y cosecha en la huerta las verduras que va a comer y escribe mes a mes cómo avanza su nueva y extraña vida. “Los llanos es una novela única. La trama es de una sencillez descarnada que la hace todavía más desbordante y aguda”, escribió Patricio Zunini.

Federico Falco, algunos años atrás

Es una historia que, mientras avanza, desliza una mirada sobre el amor, la literatura, el arte y la vida misma en permanente cambio y a la vez siempre igual. Tomé la decisión que no tuviera acceso a redes ni antenas de telefonía, que estuviera incomunicado. La figura del ermitaño me atrae mucho. Ya había aparecido en otros libros míos anteriores, en algunos cuentos. Quería pensar en esa figura”, dijo en una entrevista con Infobae Cultura.

“En la ciudad se pierde la noción de las horas del día, del paso del tiempo. En el campo es imposible”, empieza diciendo el narrador de esta historia que, a su alrededor, todo cobra sentido. Los segundos, los minutos, las horas, los días, los meses, todo avanza sin premuras y pone al descubierto los detalles más minúsculos: los insectos, los ruidos, una hoja que cae, el olor de la tierra húmeda, las personas de ese nuevo entorno, su infancia que reaparece, su ex pareja, Ciro, un recuerdo que vuelve. Mientras tanto, escribe y escribe intentando que el caos cobre algún sentido.

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