Muchas tardes del año, los amantes del skate se la pasan divirtiéndose en el Centro Cívico, en una de las calles de debajo de la plaza Expedicionarios al Desierto. En algunos casos, van al Velódromo, pero lo cierto es que no tienen un circuito propio donde practicar.

En nuestra ciudad, cada vez son más los jóvenes que se suman a esta actividad deportiva y si bien practican en las calles, saben que no es el lugar mejor acondicionado ni seguro para desarrollar este deporte.

Es por eso, que a través de las redes sociales y de you tube, los fanáticos del skate están pidiendo un espacio exclusivo para ellos.

“Imaginen de lo que seríamos capaces de hacer si tuviéramos nuestro aclamado espacio, además de divertirnos y crecer, podemos ayudar a la comunidad como se ha hecho en repetidas ocasiones en el pasado con obras de caridad (colecta de alimentos no perecederos, ropa, juguetes, etc) durante eventos que hemos realizado en distintos gimnasios barriales y municipales (campeonatos locales e interprovinciales con la participación de gente de varios puntos del sur y hasta de Capital)”, señalan los jóvenes en su pedido.

“Somos concientes de que no somos los únicos en la ciudad con necesidades e inquietudes, pero queremos un Skatepark público en Bariloche porque hace mucho tiempo venimos reclamando y además los están construyendo en muchos lugares del país siendo los más cercanos los de Trevelin y Lago Puelo (Chubut)”, agregaron.

El hecho de tener un espacio donde recrearse, también les brindará mayor seguridad, ya que un Skatepark tiene barandas, desniveles, tubos, saltos, rampas y todo tipo de obstáculos especialmente diseñados para esta práctica.

Los chicos aseguran que tiene “futuro nuestro querido deporte, que constantemente se renueva por la energía de la sangre nueva de los pibes atraídos por la necesidad de expresarse libre, individual y colectivamente, dejando de lado los problemas cotidianos y frustraciones personales”.

Expresan que para ellos esta práctica, les significa nuevas experiencias, formas, arte, música, imágenes y una interminable lista de cosas no materiales que les hace mucho bien.

“Por eso que somos y seremos cada vez más y por tanto queremos, necesitamos, pedimos un espacio donde quepamos todos. La calle, además de estar en malas condiciones, nos queda chica y nos trata con la suficiente hostilidad que hace que retornemos a casa cansados, golpeados y hasta enfadados con algunos de nuestros vecinos que no logran comprender ni respetar cuan felices somos de saltar y reír a causa de ello”, sostienen.

Lo cierto es que por ahora no hay un espacio puntual para este grupo de jóvenes que cada día gana más adeptos. Habrá que esperar a ver qué autoridad escucha su pedido.