Familiares y amigos de Leda rogaron en una misa para que se haga justicia

Familiares y amigos de Leda rogaron en una misa para que se haga justicia
Se reunieron en la parroquia San José del barrio Belgrano para recordar el día en que hubiera cumplido 44 años. En los Tribunales de La Banda se aguarda el final de la investigación. Cinco personas acusadas de haber participado en el asesinato esperan el fallo tras las rejas.

Leda Fabiana Raimundi vive en los corazones de su familia y numerosos amigos, quienes ayer recordaron su cumpleaños Nº 44.

Así lo destacaron en la red social, en el sitio de la víctima que sigue activo.

En forma simultánea, se sabe que la investigación penal transcurre su etapa definitoria y que el juez Ramón Gómez sólo aguarda un último informe del Instituto de Biomedicina.

“Confesiones”

En ese sentido, trascendió que todo está listo para que el magistrado inicie la resolución, focalizándose las responsabilidades en los cinco detenidos.

Ellos son Mario Rojas, Guillermo Pereyra, Gabriel Brandán, la mae Lucrecia Ledesma y su hijo Luis Esteban Ledesma.

Todos están acusados de haber secuestrado a Leda la noche del 14 de junio, cuyo cuerpo mutilado fue hallado la madrugada del día 15 en un camino de Robles.

Abstrayéndose de esa realidad, que sus clientes estuvieron en la escena del crimen (a excepción de Pereyra), hoy los abogados trabajan en pos de oxigenarles culpas.

Dudas

Más allá de que en esta instancia las dudas los encarcelan, los letrados saben que en el juicio las mismas dudas pueden liberarlos.

Desde esa perspectiva, todos los letrados comenzaron a trasladar acusaciones hacia los otros implicados, en especial a Rojas.

Éste carga con las mayores sospechas, pero su fortaleza es que nunca cambió el testimonio.

Siempre reconoció que llevó a Leda para un falso secuestro, en el que emergería como su salvador, pero ésta fue literalmente le fue arrebatada por los otros sospechosos.

En ese punto radicaría el quid judicial: el juez ya tendría las literales confesiones de cuatro sujetos, reconociendo haber llevado a Leda a Robles, pero sin que nadie atinara a hacerse cargo del crimen.

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