Fallecieron los dos jóvenes heridos en la distribuidora de Concordia tras los saqueos

Fallecieron los dos jóvenes heridos en la distribuidora de Concordia tras los saqueos
Eduardo Cáceres y Claudio Román fallecieron este lunes a la mañana y el mediodía, respectivamente. El principal sospechoso es su jefe, quien habría herido de bala a uno de ellos y luego incendiado el local, provocándole graves heridas al otro.

Eduardo Cáceres, el joven herido de un disparo en la cabeza en la distribuidora “La Esperanza” –según se presume efectuado por su propio empleador– murió este lunes por la mañana. Su jefe, a su vez, está sospechado de haber incendiado posteriormente el comercio de Isthilart y Rawson, provocando graves quemaduras a otro empleado de nombre Claudio Matías Román, quien también falleció pasado el mediodía, con quemaduras en el 80% de su cuerpo.

Los familiares de ambos jóvenes, presos del dolor, reclamaron la pronta acción de la justicia para que lo sucedido no quede impune.

Cabe remarcar que ambos jóvenes fueron heridos cuando se encontraban ayudando al empresario Juan Javier Huerta a proteger su comercio el pasado lunes 9 diciembre, cuando en distintos puntos de la ciudad había riesgo de potenciales saqueos.

Huerta había sido detenido el jueves pasado, al producirse un giro en las investigaciones que comenzaron a apuntar contra una posible responsabilidad suya en el caso.

El fiscal Germán Dri ratificó la información difundida, precisando que el comerciante fue detenido cuando estaba internado en un sanatorio de Concordia y aunque durante el fin de semana recuperó su libertad -condicionada con varias restricciones- sigue imputado en la causa y recuperándose de sus quemaduras en una clínica especializada de Santa Fe.

Según la hipótesis judicial, Huerta podría ser el autor del disparo que le dio de lleno en el cráneo a Cáceres, de 22 años, al que habría confundido con un saqueador. Ante semejante situación, y siempre en el terreno de las presunciones, Huerta con la ayuda de otro empleado roció cada rincón del negocio con combustible para prender fuego el comercio, ya que el local estaría cubierto con un seguro contra incendios. En ese último accionar el propio empresario y otros de sus trabajadores -Claudio Matías Román, de 22 años- terminaron padeciendo quemaduras. Sobre todo el joven que ingresó a la guardia del Masvernat con un dramático cuadro del 80% de su cuerpo quemado.

Huerta estaba imputado hasta la mañana de hoy de presunto “Homicidio en grado de tentativa” y “Lesiones graves culposas”, pero con el lamentable deceso de los jóvenes ahora la imputación cambio a “Homicidio” y “Homidio Culposo”.

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