Así lo graficó Roberto Nardelli, presidente de la Cámara de Exportadores de Carbón de la provincia, quien precisó que hay 45 contenedores retenidos en Buenos Aires, por un valor de 450 mil dólares.

“Hay dos cuestiones importantes. Por un lado, el paro que afecta a la actividad en forma directa y, por otro lado, la nueva reglamentación con el nuevo sistema de recategorización de exportadores (en el Registro de Exportadores de Carbón Vegetal Recar-), luego de la cual hicieron una limpieza y quedamos ocho o nueve exportadores en el país, ocho de los cuales son chaqueños”, contó en declaraciones a Radio Universidad.

El empresario explicó que el paro aduanero de 48 horas que paralizó actividades la semana pasada afectó “la salida de camiones”, desde los establecimientos productores donde se consolidan las cargas con destino a exportación. Es así que fueron afectados los lugares habilitados para la consolidación en las provincias de Chaco y Santiago del Estero, y en el Puerto de Buenos Aires. “Automáticamente todo lo que estaba en tránsito y para despacharse quedó parado en las distintas zonas primarias aduaneras”, graficó.

Según contó el empresario oriundo de Tres Isletas, los contenedores con carga consolidada, retenidos en el puerto de Buenos Aires, tienen como destino distintos países de Europa (uno de los principales mercados de destino de las exportaciones argentinas), Estados Unidos y Arabia Saudita. En tanto, lo que se envía por tierra a Chile supone unos 30 camiones detenidos en tránsito hacia el vecino país. “El país más afectado fue Chile, porque el 18 de este mes fue el aniversario de su independencia y por eso se paró todo durante una semana”, comentó Nardelli.

Ante la advertencia lanzada desde el gremio que agrupa a los trabajadores aduaneros del país con otro paro similar al ocurrido la semana pasada, el empresario dijo que “la incertidumbre siempre está”, ya que “trabajan de lunes a miércoles y luego están de paro”. “Como no hay nada cierto, hacia afuera no podemos transmitir nada seguro a nuestros clientes del exterior. Entonces, esos clientes o proveedores empiezan a buscar otros lugares para abastecerse”, indicó.

En ese contexto, Nardelli reveló una reunión de la semana pasada con el director de la Aduana, Carlos Sánchez. “No pudo decirnos nada en concreto y nos pidió paciencia hasta que esto se solucione porque era una medida gremial”, trazó, y lamentó que “el carbón hace tiempo que está castigado y nadie le presta demasiada atención, cuando debería ser al revés por la mano de obra que demanda y porque los principales afectados son los trabajadores”. “No entendemos por qué pasan este tipo de cosas que parecen irracionales”, agregó.

Producto Premium

Por otra parte, Nardelli habló del prestigio ganado por el producto en los mercados mundiales. “El carbón de Argentina es muy bueno, pero sobre todo el del Chaco es un producto Premium para el exterior, porque no llega desde ningún país la calidad y el mix de madera con que se hace el carbón. Por eso es tan preciado”, sostuvo.

En ese orden precisó que del total de producción de carbón vegetal, el Chaco ostenta un 95% y el resto, un 5%, procede de Santiago del Estero, que se destina al mercado interno. Casi el total de mercadería chaqueña es destinado al mercado exterior. Las principales empresas de la actividad se localizan en Sáenz Peña, Corzuela, Pampa del Infierno y Tres Isletas. “Casi todo sale por la zona primaria aduanera que está en Sáenz Peña, a la vera de la ruta 16, que está bastante desprotegida porque no hay instalaciones para que los trabajadores tengan una labor digna”, alertó.

También el empresario se refirió a los inconvenientes que debió sortear la actividad por la causa denominada “Carbón Blanco”. “Hasta ahora están saliendo nuevas reglamentaciones y son etapas que se van quemando y hacen que la actividad sea muy sufrida porque en realidad hay muchas cosas que no se terminan de entender”, analizó. De ahí que dijo no entender por qué se paralizó toda la actividad productiva del sector cuando fue descubierto aquel cargamento de bolsas de carbón que contenían cocaína camuflada. “En muchos rubros hay incidentes como éste y no se para toda la actividad”, graficó y marcó la particularidad de este caso donde “quedamos parados los buenos y los malos”.

El paro y la amenaza

El plan de lucha de 96 horas de los trabajadores aduaneros comenzó el 18 y el 19 de septiembre, con un paro de 48 horas, mientras que durante el fin de semana trabajaron a reglamento, pero no prestaron servicios extraordinarios. La huelga reclamó “mejoras salariales” (un aumento salarial del 28,1 por ciento) y, ante la falta de respuesta por parte del Gobierno, advirtieron que las medidas de fuerza se podrían replicar a partir de este miércoles.

Los trabajadores de Aduana esperan junto a los de la AFIP una solución para su pedido, mientras que ya advirtieron que si no reciben una respuesta, extenderán los paros para esta semana con la misma modalidad.

Por su parte, el Gobierno señaló que trabajará para “solucionar” la huelga del Supara (el gremio que los agrupa), aunque reconoció que hasta el momento no se han podido generar las “condiciones” para superar el conflicto. El sindicato sostuvo: “Se pretende el congelamiento de nuestro sueldo”, mientras que destacó que a raíz de ello hay “un alto acatamiento”.

La huelga, además de generar demoras e inconvenientes en vuelos, puestos fronterizos y puertos cerealeros frenó exportaciones multimillonarias y si el calendario estipulado para el resto de la semana se cumple, el sector agroexportador podría perder hasta 500 millones de dólares.