Explosiones: murió el mozo y los otros 7 heridos están estables

Explosiones: murió el mozo y los otros 7 heridos están estables

Marcelo Ferreyra había sufrido graves quemaduras al estallar su casa de Carlos Paz, por una pérdida de gas. La familialesionada en Mina Clavero, internada. Bomberos piden extremar cuidados.

Mientras se aguardan las pericias de los expertos para determinar fehacientemente qué fue lo que sucedió para que dos domicilios, que tenían conexiones con garrafas, explotaran el pasa­do domingo en Villa Carlos Paz y en Mina Clavero; ayer finalmente falleció una de las víctimas de esos dramas.

Se trata de Marcelo Ferreyra (50), quien se ganaba la vida como mozo en un restaurante, y que había resultado con gravísimas quemaduras al estallar su hogar ubicado cerca del centro viejo de Carlos Paz, en el valle de Punilla. Paralelamente, los siete miembros de una familia, que resultaron afectados por la explosión del otro domicilio en Mina Clavero, al cierre de esta edición permanecían internados y estables. De estas víctimas, quienes presentan lesiones de más importancia son un joven matrimonio y sus dos hijos de 2 años y 45 días, quienes están en hospitales de Córdoba Capital.

El caso de Carlos Paz

“Tenía quemaduras en el 82 por ciento de su cuerpo. El porcentaje era altísimo y eran quemaduras profundas”, indicó ayer el médico Néstor Pérez, jefe 
de guardia del Instituto del ­Quemado, cuando confirmó la muerte de Marcelo Ferreyra, poco después de las 9.30.

La víctima había sufrido una complicación en la madrugada. A la mañana, finalmente, su corazón no resistió más.

El hombre había resultado herido el domingo, poco antes de las 11, cuando la vivienda en la que vivía (en calle Roma al 800, a cuadras del Cu-cú de Carlos Paz) explotó y se incendió. El inmueble contaba con al menos una garrafa.

La hipótesis central es que el estallido habría sido consecuencia, presuntamente, de una pérdida de gas.

En ese marco, se sospecha que el hombre se habría despertado y, al accionar algún artefacto o la llave de la luz, todo explotó. El chispazo o la llama habría tomado contacto con el gas que había inundado toda la casa. El hombre vivía solo.

La casa se vino abajo. Los bomberos evitaron que el fuego se extendiera a casas vecinas. No hubo vecinos heridos.

Está descartado un episodio criminal y todo se orienta a un posible accidente. De todas formas, se aguardan las pericias que permitirían corroborar la presunción y descartar de plano la posibilidad de otra circunstancia, como por caso una autodeterminación.

“Todo indica que había una pérdida de gas y se habían inundado todas las dependencias 
de la casa. La vivienda tenía conexión a una garrafa. Lo raro es que el hombre no se haya dado cuenta del olor a gas y haya activado algo que causó la explosión...”, comentó ayer una fuente con acceso a las pericias. “Se analizan los artefactos de gas, como la cocina y el calefón. Están dañados y quemados”, añadió la fuente.

Los vecinos de Ferreyra no salían ayer de la conmoción.

El otro accidente, tal como se informó en la edición de ayer de La Voz del Interior , sucedió en una cabaña ubicada en el barrio Las Flores de Mina Clavero, adonde una numerosa familia de Nono había ido a pasar el día. Eran casi las 16 del domingo, cuando se produjo la explosión.

“Estaban cocinando carne en el horno pizzero y habían puesto la garrafa encima del horno. Pero no estaba conectada. Y explotó”, contó ayer Augusto Castro, el padre de Ofelia Castro (25), una de las víctimas del estallido seguido de incendio. La joven se encuentra en el Instituto del Quemado junto a su esposo, Alejandro Muñoz (33). Ambos tienen quemaduras en el tercio de sus cuerpos.

Los dos hijos de ambos también fueron estabilizados y están con pronóstico reservado en los hospitales de Niños y Misericordia. Respecto a los chicos, los profesionales médicos indicaron que resta esperar el avance de los días y evitar que puedan sufrir una infección.

También resultaron heridos otras dos mujeres (la madre y la hermana de Ofelia) y un niño, quienes están fuera de peligro, dijeron autoridades médicas.

Los peritos de bomberos iniciaron las pesquisas para determinar si la explosión fue a causa de la garrafa ubicada supuestamente arriba del horno o si mediaron otras circunstancias con la conexión de gas.

La explosión, a todo esto, causó la destrucción prácticamente total del inmueble. Hubo un incendio que fue controlado por los bomberos voluntarios.

Otro caso reciente

Capilla del Monte. El domingo 19 de octubre pasado, un hombre resultó herido al explotar un departamento a causa de una pérdida de gas. El incendio, a su vez, se extendió a un depósito de garrafas ubicado en esta ciudad del valle de Punilla. Estallaron 20 garrafas y cuatro tubos de gas, lo que causó el lógico pánico en el vecindario. De hecho hubo que realizar evacuaciones, mientras actuaban los bomberos, para evitar más heridos.

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