La disputa sobrevino el sábado a la mañana en el área de Terapia Intensiva, cuando el empleado irrumpió, furioso, y amenazó a un médico.

Según testigos, la causa habría sido los celos por una enfermera, que sería pareja del empleado. Así, tan simple y básico habría sido el móvil de esta historia que se hizo pública al producirse la amenaza en presencia de los pacientes.

Un testigo confió anoche que todo empezó cuando una enfermera hablaba por teléfono con su novio.

En ese instante, se presentó el médico y le pidió ayuda. Un detalle clave: la enfermera no apagó el celular y lo mantuvo dentro del bolsillo de la chaqueta, involuntariamente.

Desubicado

El empleado habría alegado haber escuchado supuestos términos ajenos al mero vínculo laboral de dos compañeros.

Cuando la enfermera retomó el diálogo, del otro lado -furioso- su novio exigió explicaciones y que el médico se pusiera en la línea.

Según los testigos, en minutos el novio se trasladó a Terapia Intensiva e intentó cortar por lo sano y marcar territorio “bien a lo hombre”. Claro que no hubo un diálogo racional: sí, una catarata de insultos que dejó atónito al profesional. Al final de las amenazas y, al considerarse inocente de las acusaciones, el galeno interpuso una denuncia en la Seccional 3ª. La jueza Rosa Falco pedirá el sumario y que de inmediato citará a los involucrados. Detrás, arribarán a tribunales los testigos, a fin de que provean sus versiones. A la vez, ya se instruye un sumario interno.