Las encuestas de la UCR local

Las encuestas de la UCR local

Al dilucidarse la incógnita con el candidato a intendente municipal de la Unión Cívica Radical, nos atrevemos a fijar posición ya conocida, siempre hablando de opinión, sobre la forma que eligió el centenario partido para encontrar su representante.

No nos aferra ningún preconcepto sobre las ideas vertidas sobre la infinidad de temas abordados por este medio , sin tapujos y a cara lavada. Sin embargo no es raro escuchar juicios lapidarios y cargados de intencionalidad, donde todo se compra y se paga, donde además según esos dichos afloran gustos, tendencias y ya compromisos personales que sobrevuelan cada comentario.

Esa prerrogativa propia de la libertad, hablo de la sentencia del auditorio, se mezcla con el báculo del dirigente, que en cada caso ve las cosas distintas, propias de su naturaleza.

Dicho esto, a propósito, de la oportunidad del comentario, después de las encuestas, y previendo la especulación de algún atolondrado, adherente a algún candidato, según como le fuera.

Veníamos hablando del modo decidido por la UCR vernácula para nominar su principal exponente en las elecciones. Las bases militantes históricas, preveían un mecanismo con más compromiso correligionario en una determinación de esta naturaleza. Mencionamos bases históricas militantes porque los picos más destacados del radicalismo en toda su historia mostraron, un cúmulo siempre importante, en número y empeño participativo para con el pensamiento.

En momentos donde cuenta con una juventud activa, escuchada a simple vista, y considerando que no siempre fue así, ( con acciones que por allí uno pretende más políticas, más militante partidaria,) no deja de ocupar un espacio permanente en la comunidad, que en definitiva instala un colectivo fácil de reconocer.

Por otro lado , sus dirigentes más importantes, los de más experiencia, los de mas peso, conocen como nadie la forma de llegarle a su partidario y por ende a todo el electorado.

La historia de la UCR es muy trascendental y poderosa en el distrito. Se podrá explicar que los resultados de los sondeos de opinión encargados fueron ratificados por los afiliados, ( la carta orgánica lo indica,) a quienes se informo debidamente, pero que necesariamente no se consulto en forma individual, como lo puede suponer un voto emitido. También se teoriza sobre tiempos pasados, no tan lejanos, donde la aclamación de una asamblea refrendaba acuerdos pre discutidos entre pocos dirigentes, cosa que tampoco conformaba, estamos de acuerdo.

Es sabido y claro que no adhiero de ninguna forma a este carácter postrimero para la búsqueda de representantes de una entidad política, donde creo debe aflorar determinado perfil ideológico, personal y militante, no siempre discurrida por la gente timbrada. Los tiempos modernos, políticos hablo, han llevado a las encuestas, (no relevamientos, ) ha decidir sobre determinaciones que no deberían transponer ciertos límites partidarios, por una razón, que confió, basada en la identidad.

Los sondeos de opinión para la elección de representantes políticos son pequeñas muestras del humor pasajero de las gentes y marca eso, muestreos. En este caso, del radicalismo, apareció desde un primer momento como un mecanismo totalmente consensuado en el ámbito partidario. Los aspirantes tienen pertenencia y trayectoria y dieron su anuencia. Todos contentos y nadie raspado. Tienen el derecho suficientemente ganado como para hacerlo.

Son distintas maneras de concebir la política, y seguramente me perdí algo de lo más innovador.

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