Malos olores, presencia de roedores, potenciales enfermedades. Los basurales a cielo abierto y micro basurales se han transformado en una pesadilla para vecinos de distintos barrios de la Ciudad. Y ahora la Comuna acaba de lanzar un plan con el que busca erradicarlos en diferentes barrios.

Desde la Comuna informaron que se puso en marcha un proyecto para transformar microbasurales en espacios verdes. Acondicionaron un predio localizado en San Carlos en 52 y 137 y ayer trabajaron en diagonal 74 y 2. El próximo jueves lo harán en Ruta 11 y 601 y el 4 de marzo en 117, de 528 bis a 532. Según describieron, los predios se limpian, se levantan los residuos no habituales y domiciliarios y se plantan algunas especies (plantas, arbustos, árboles) para continuar con el plan de reforestación.

Al respecto, se explicó: “Interactuando con la gente del lugar, se transforma un predio público en el que se juntaba basura en un nuevo espacio verde para que disfrute todo el barrio”.

En los últimos días, vecinos de diferentes barrios expresaron su preocupación por la acumulación de desechos en calles, terrenos, viviendas abandonadas.

La preocupación por los basurales a cielo abierto y microbasurales llegó a tal punto que se formó un equipo de trabajo en la Comuna para erradicarlos y evitar que se formen nuevos focos infecciosos.

En 449 y 28 bis (City Bell), los vecinos describieron que hace un tiempo “empezaron a tirar pastos secos, la Municipalidad hace más de seis meses que no lo recoge yahora comenzaron a tirar otro tipo de residuos y está lleno de roedores. Además de los olores y el temor por los roedores, también surge otra preocupación vinculada a la seguridad: que a alguien pase y se le ocurra prender fuego el montículo de ramas, hojas y basura y se desate “un incendio terrible”.

Hay reclamos similares en 50 y 155 (San Carlos) donde aseguran que la altura de los juncos en los que está el basural ya reduce la visibilidad para el tránsito. A pocas cuadras, en153 entre 44 y 46, un vecino denunció que llevan un mes sin recolección y los canastos están desbordados de basura.

En 28 y 523 (Tolosa) aseguran que “están tapados de basura” y que es habitual ver caballos comiendo del basural. En 13 y 607, barrio Aeropuerto, se acumulan decenas de bolsas y hay basura suelta que se está acumulando sobre la avenida.

La presencia de basurales puede desencadenar más de 20 enfermedades: hepatitis viral, fiebre tifoidea, diarrea aguda, parasitosis intestinales, cólera, enfermedades de la piel, alergias, gangrena, tuberculosis, toxoplasmosis y encefalitis, entre otras.