Emotiva despedida a Luz Milagros: “Nos volveremos a ver”, dijo su mamá

Los restos de la nena, que había sido dada por muerta al nacer, son velados desde anoche en Resistencia.
Los restos de Luz Milagros, la beba que había sido dada por muerta al nacer y que pasó doce horas en la morgue de un hospital, eran velados desde anoche en la localidad chaqueña de Fontana. La nena, de un año y dos meses, murió ayer en Rosario, tras haber sufrido un paro cardiorrespiratorio. Su mamá, Analía Boutet, le dedicó a la nena un emotivo mensaje de despedida en Facebook: “Nos volveremos a ver”.

Gran cantidad de familiares, allegados y amigos de la familia Verón Bouten se acercaron anoche la Cooperativa de Aguas de Fontana, donde los restos de la beba eran velados desde anoche. Más tarde, Luz Milagros será inhumada en el Cementerio Municipal de la misma localidad chaqueña.

La chiquita murió ayer en el Hospital Provincial de Rosario --donde la familia se encontraba de viaje-- debido a una insuficiencia cardíaca. Esta mañana, los papás de Luz Milagros se encontraban junto a sus otros cuatro hijos recibiendo el saludo y acompañamiento de sus allegados.

Analía, la mamá de la beba, se despidió de ella en su cuenta de Facebook y le dedicó un conmovedor mensaje: “Hoy mi amor no me despido, sólo nos damos un tiempo. Nos volveremos a ver”.

"Dios me la prestó (a Luz Milagros) y puedo asegurar que en este año, dos meses y 20 días me hizo la mujer más feliz del planeta", escribió Analía. Y agregó: “Hoy mi ángel está feliz, corriendo, riendo, como fue el sueño de todos la que la amamos".

Luz Milagros nació el 3 de abril de 2012 tras sólo 26 semanas de gestación, en el Hospital Lutz Ferrando de Resistencia. Los médicos que atendieron el parto la dieron por muerta al nacer, por lo que la chiquita fue llevada a la morgue. Doce horas después, sus padres pidieron verla para despedirse y descubrieron que la beba estaba viva. El ministerio de Salud de Chaco inició una investigación por lo ocurrido y suspendió a cinco médicos del hospital.

A fines de mayo, la nena fue trasladada a Buenos Aires. Estuvo internada en el Hospital Ialiano, donde los médicos determinaron que sólo funcionaba el 10 por ciento de su cerebro y que ese daño era irreversible. Cuatro meses después, recibió el alta y pudo ir a su casa, en Resistencia, que fue acondicionada para que recibiera los cuidados que necesitaba.

Su familia estaba juntando fondos para llevarla China, para que se sometiera a un tratamiento con células madre.

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