La educación hoy, es un problema para todos

Cuando la educación es segmentada o desigual, como pasa en nuestra provincia que solo los colegios privados pueden garantizar días y clases de calidad, la movilidad social ascendente es imposible; y esa realidad nos ubica más cerca del feudalismo que de la democracia porque cada uno depende de su cuna y no de su capacidad para progresar. Algo muy común hoy en Catamarca.
La clase dirigente catamarqueña en general debería involucrarse y colaborar en la búsqueda de soluciones a la encrucijada a la que el Gobierno provincial se mostró incapaz de solucionar, como es la educación publica; porque el crítico estado de la educación constituye el mayor obstáculo para el desarrollo de cualquier sociedad.

Cuando la educación es segmentada o desigual, como pasa en nuestra provincia que solo los colegios privados pueden garantizar días y clases de calidad, la movilidad social ascendente es imposible; y esa realidad nos ubica más cerca del feudalismo que de la democracia porque cada uno depende de su cuna y no de su capacidad para progresar. Algo muy común hoy en Catamarca.

La educación pública de calidad es la única posibilidad de utopía que tienen los sectores más humildes en torno a una mayor igualdad. La provincia, al menos hasta los ’90, fue una sociedad de mucha movilidad social, pero estos últimos años empezó a esclerotizarse por la poca movilidad en la dirección ascendente.

En eso colaboran las malas políticas salariales de un Gobierno provincial errante y con funcionarios casi sin nivel, también los gremios claro, cuando son la mayor traba para las reformas necesarias, pero gravedad de la crisis actual de la educación pública provincial exige el involucramiento y el compromiso de todos.

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