El Gobierno implementará desde 2013 un sistema de “puntos” para eliminar y remplazar a las tan temidas como criticadas “amonestaciones” que actualmente se utilizan en el sistema educativo para castigar la mala conducta de los alumnos.

Si bien el nuevo sistema será presentado en detalle recién la próxima semana, la titular de la Dirección General de Escuelas, María Inés Abrile de Vollmer, explicó a SITIO ANDINO que el funcionamiento de este será similar a lo que sucede en algunas provincias con el carnet de conducir.

“El alumno recibirá un monto determinado de puntos, a los cuales deberá defender a lo largo del año. Cuando el joven realice una falta (que puede ser leve, moderada, grave o gravísima) recibirá un descuento determinado”, aseguró la funcionaria.

Además, Vollmer explicó que estos puntos que los alumnos perderán por su comportamiento inadecuado podrán ser recuperados, siempre y cuando los jóvenes cumplan con una exigente lista de acciones tendientes a reparar su error.

“Cada vez que la cantidad de puntos que los chicos tienen acumulados disminuya hasta una brecha determinada deberán realizar una acción determinada, además se dará aviso a los padres, quienes deberán garantizar que el joven mejore su comportamiento”, aseveró la ministra de Educación.

“La idea es que los pibes nunca lleguen al cero, la amonestación suma, suma, suma y nunca logra modificar la acción de los jóvenes. Queremos castigar a los alumnos que se portan mal, pero también darles la posibilidad de mejorar”, señaló Vollmer

Finalmente, según explicó la funcionaria también se implementará un sistema de “premio y castigo” por el cual los chicos que tengan más puntos acumulados al final del cursado recibirán una serie de beneficios y los que tengan menos no podrán participar de viajes de estudio u otros programas del Estado.

Por otro lado, Vollmer explicó que también se modificarán las reglas del juego para evitar que los alumnos se queden libres por faltas y tengan que rendir todas las materias.

“Si a un joven le decís que tiene que rendir todo de nuevo posiblemente se frustre y deje el colegio. Lo que buscamos es que si se llega al tope de 30 faltas (el cual se mantendrá) los alumnos sólo tengan que volver a rendir aquellas asignaturas en las que sigan faltando, no todas”, concluyó la titular de la DGE.