La Universidad Tecnológica Nacional (UTN) fue un sueño peronista. Se creó para que los trabajadores estudiaran y se perfeccionaran en su oficio. El proyecto fue cumplido con creces y hoy cumple 65 años en en todo el país y 60 en Mendoza. Decenas de miles de estudiantes pasaron por sus aulas y más de tres mil egresados recibieron su título ingenieril en la provincia.

En diálogo con este diario, su decano actual, Eduardo Balasch, quien se graduó allí en 1971 de ingeniero civil, explica el proceso histórico de su creación, la falta de ingenieros, los cambios en la enseñanza pero también las deudas pendientes a futuro, entre ellas, las falencias presupuestarias.

Hace 60 años Mendoza inauguraba la UTN. ¿En qué contexto se creó?

En Buenos Aires y en otras provincias la UTN se creó hace 65 años pero el dictado de las clases en la Regional Mendoza cumple 60 años. Fue creado en el gobierno de Juan Domingo Perón porque se buscaba que los trabajadores tuvieran la posibilidad y tener un título universitario. Costó un poco el inicio de las clases porque tuvieron que organizar lugares donde se iban a dictar. Faltaban espacios físicos.

¿Siempre funcionó en el mismo edificio ubicado en la 5ta Sección?

La Regional Mendoza comenzó a dictar clases en 1953, en el colegio Agustín Alvarez. Como el horario nuestro era tarde y noche se complementaba con los horarios del secundario que eran en la mañana y en la tarde. Ahí estuvimos unos 14 años, mientras el Decanato estaba en calle Montevideo. En otra parte. Después nos fuimos a calle Rodríguez y Sobremonte, de la 5ta Sección, donde aún funciona.

¿Ese espacio ya existía o fue creado especialmente para la UTN?

Se proyectó especialmente para la UTN en la época de Francisco Barrera, que fue entonces el decano de la universidad. El hizo muchas gerstiones para lograr ese terreno y luego la construcción del edificio.

¿Cómo fue el cambio en la enseñanza, hay un paradigma nuevo?

Por supuesto. Al comienzo, la UTN se llamaba Universidad Obrera, se le daba a los obreros una capacitación para llegar a ser un ingeniero. Con el tiempo la universidad se asimiló más a una universidad nacional con la currícula pero los horarios nocturnos permitió cursar a los que trabajan.

¿Se puede decir que fue la primera universidad que transgredió el espíritu elitista de lo que se entendía como claustro académico?

El estilo comenzó ahí. Exactamente. Hoy en día no es novedoso porque la mayoría de los chicos tienen que trabajar y necesitan horarios flexibles. En esa época los que tenían la posibilidad de estudiar ingeniería tenían que tener apoyo de la familia para viajar a otras provincias a estudiar.

¿La UTN es más elitista ahora?

No, siempre cuidamos la excelencia y la calidad, pero es una universidad con fuerte impronta popular. Nuestros graduados, que son más de 3 mil, realmente se desempeñan en puestos importantes y son reconocidos por su conocimiento.

¿Hoy se puede trabajar y estudiar en la UTN con tanta exigencia académica?

Algunos lo hacen y a otros les cuesta más. Algunos logran recibirse en un tiempo razonable. Hay chicos que trabajan pero por supuesto tienen el apoyo de la empresa para darle la posibilidad de tiempo cuando rinden y, a su vez, hoy en día hay becas importantes.

¿Con qué nivel llegan los chicos de la escuela secundaria?

Se perdió mucho en el nivel secundario la enseñanza de las materias básicas. En la década del 90 fue impresionante cómo se perdió ese conocimiento y eso se sintió mucho en la universidad. Porque cuando ingresaban a Ingeniería si no tenían la educación básica fracasaban. Desde entonces, incrementamos mátemática y física en los cursos de nivelación. Hoy hay casi un año de preparación para eso.

¿Cuál es la matrícula actual de gratudados? ¿Subió respecto de los 90?

Sí, subió. La matrícula de graduados hoy es de 30%, cuando estaba en 10% en la década de los 90 y principios del 2000.

¿Cree que preparar durante un año a los chicos antes de ingresar a la UTN fue la solución?

Con el ingreso dimos los conocmientos para que puedan ingresar a la carrera sin problema. Los docentes de nivelación se dan cuenta que no vienen bien preparados, incluso en la actualidad, y esto requiere más esfuerzo. La facultad además tiene un régimen de tutoría para que los chicos no pierdan la metodología de estudio. Eso también es importante porque ayuda a la finalización de la carrera.

¿Qué diferencia hay entre las carreras de ingenierías de la UNCuyo y de la UTN?

Las carreras son exactamente iguales, acreditadas por la Coneau. Hay muchos docentes que son los mismos y el nivel de exigencia creo que es similar en ambas. Quizás la diferencia es esta impronta de contener a quien trabaja además de estudiar. Tenemos los horarios más concentrados en la tarde y noche.

¿Hubo cambios de paradigma en cómo se enseña una carrera ténica?

La incidencia de la informática en todas las carreras significó un antes y un después. Ya los chicos vienen con todo el bagaje informático y aquí intenamos que se apliquen los programas de cada asignatura para resolver los problemas.

¿Hay déficit de ingenieros como plantea la presidenta Cristina Kirchner?

Sí, totamente. Hay algunos alumnos que no han terminado la carrera y, sin embargo, lo buscan las empresas para trabajar ya. Sucede en las cinco carreras ingenieriles: Electrónica, Sistema de información, Química, Electromecánica y Civil.

¿Cuántos egresados por año tienen?

Tenemos entre 120 y 130 egresados por año.

¿Y cuánto egresados necesita el mercado laboral?

Deberíamos duplicar la cantidad de ingenieros egresados. La demanda viene de otras provincias pero también de otro países. Y definitivamente se van a otras provincias.

¿En qué quedaron los planes de armar una carrera de ingeniería ferroviaria?

Estamos cerrando todo el proceso de armado de la carrera de ingeniería ferroviaria. Se está haciendo para todas las universidades regionales.

Seguramente Mendoza será clave por su ubicación y conexión con Chile.

No estamos seguros de que sea así o de que haya presupuesto. De hecho, si aún está frenada la carrera se debe más a la falta de presupuesto que a las ganas de crear una carrera con estas características. Se requiere mucho presupuesto, ahora difícil de estimar, pero hay que invertir en laboratorios y docentes.

¿Hay más demandas por las carreras técnicas en los últimos diez años?

Sí, porque la industria se movilizó bastante más y provocó una demanda de técnicos e ingenieros muy fuerte. Sin ninguna duda.

¿Qué otras deudas tienen los gobiernos con la UTN en la actualidad?

Necesitamos terrenos. Tenemos uno importante que está a nuestro nombre en calle Lamadrid y Belgrano y que fue donado por el Estado provincial pero no tenemos la pocesión.

¿De qué o de quién depende?

Del Estado provincial, de nadie más.

¿No será que siempre la Nación se lleva los laureles con los logros y por eso la Provincia no quiere invertir dinero en una universidad nacional?

(se ríe). No, no creo que sea así. Las regionales son 30 distribuidas en todo el país y el rectorado funciona en Buenos Aires.

En los once años que usted lleva de decano, ¿cuál cree que fue el mayor logro?

Tener cada vez más graduados. Diez años atrás, se recibía sólo 10% de los que ingresaban y ahora es 30%. Y desde el 2005 esa tendencia se notó mucho más.

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RECONOCIMIENTOS

La UTN Regional Mendoza invitó a la comunidad al acto por el 65º Aniversario de la Universidad Tecnológica Nacional, a realizarse el viernes a las 19 en el Salón de Actos de la Facultad Regional Mendoza. Se entregarán distinciones a docentes y no docentes que cumplen 25 años de servicios en la Facultad Regional Mendoza, como también a docentes y no docentes que se han jubilado. Como cierre del festejo actuará la Banda de Música de la Facultad y se compartirá un brindis entre todos los presentes.