Docentes y estudiantes de Avellaneda pidieron la continuidad del Plan Fines

Docentes y estudiantes de Avellaneda pidieron la continuidad del Plan Fines

Se autoconvocaron para participar de una clase pública en la Plaza Alsina para exigir a las futuras autoridades provinciales la continuidad de esta política pública educativa, que facilita a jóvenes y adultos terminar el secundario.

 

 

 

Cientos de estudiantes y docentes, integrantes de comisiones del Plan Fines de diversos barrios de Avellaneda, se autoconvocaron en la Plaza Alsina para participar de clases públicas de distintas materias y difundir sus actividades entre los vecinos.

La manifestación fue gestada por los propios estudiantes y docentes del programa, quienes, ante versiones periodísticas – luego oficialmente desmentidas – que informaron sobre la presunta intención de la gobernadora bonaerense electa María Eugenia Vidal de cerrar algunos programas educativos, decidieron plantear de manera pública su preocupación.

 

Valeria, tallerista en distintas sedes del Plan Fines explicó a la agencia Télam que “la idea de este encuentro es visibilizar un política pública educativa que sólo en este municipio le da la posibilidad de completar sus estudios a miles de vecinos a través de decenas de sedes”.

 

“No se trata solamente de un plan para terminar el secundario, porque en esto también cambia el paradigma, no es el vecino el que va a la escuela sino la escuela la que va a los barrios”, añadió.

 

En ese sentido, señaló que “un aspecto fundamental del Fines es que a través de instituciones barriales, clubes, iglesias o bibliotecas que prestan el espacio físico muchos vecinos que, o porque tuvieron que ir a trabajar de chicos o porque fueron padres jóvenes, abandonaron la escuela, pueden terminar sus estudios, y no es sólo por un requisito laboral, es también una importante realización personal”.

 

Por su parte, María Luisa, una vecina del barrio de Dock Sud de 77 años que está completando el secundario en una sede del Fines a pocas cuadras de la casa, afirmó a Télam: “Nosotros los estudiantes somos grandes y no tenemos miedo porque sabemos que los derechos llegan para quedarse, pero es triste ir a clase y notar a profesores jovencitos angustiados por su continuidad laboral”.

 

“Yo dejé los estudios para cuidar a mis hijos y después, de grande, no los podría haber retomado sino me encontraba con un plan cómo este, que me permite estudiar cerca de casa y con vecinos con quienes nos acompañamos los unos a los otros; esto no puede desaparecer, no por nosotros que ya estamos grandes, sino por un montón de chicos que si no tienen espacios como este terminan en la esquina o peor”, agregó.

 

“Hace falta que los chicos puedan estudiar, cuando yo tuve que dejar el colegio me hubiera gustado tener una posibilidad como esto y no esperar hasta los 77, pero más allá de que hay que estudiar para el trabajo lo importante de esto es que es para nuestra propia dignidad”, finalizó.

 

Daniela, docente de una comisión de Fines en el barrio de Villa Domínico, contó a Télam que “cuando comenzaron a circular los rumores sobre el cierre del plan en el barrio hubo mucho miedo, porque es un programa que ya se integró la comunidad y es muy valorado”.

 

“Hay mucho prejuicio de gente que piensa o supone que esto se hace para regalar títulos y esto no es así, porque estoy orgullosa de estudiantes que después de trabajar o de acostar a los hijos trasnochan para estudiar para un examen, y podemos estar orgullosos de que muchos de nuestros egresados inmediatamente se insertaron en la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAv)”, apuntó.

 

Raquel, trabajadora muncipal de 52 años que está completando sus estudios en una sede del fines en la localidad de Sarandí, subrayó que “la idea de venir a la plaza surgió de nosotros mismos como estudiantes, porque entendimos que el Fines es una herramienta que no sólo es para nosotros sino para otro montón de gente que tiene el derecho a acceder a la finalización de sus estudios en condiciones posibles”.

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