A principios del mes, el Banco Central (BCRA) dispuso la instrumentación de un nuevo índice denominado Unidades de Vivienda (UVI) para el acceso a un hogar. Al estar nominados los créditos en esa unidad de medida, las cuotas se actualizarán automáticamente según el alza de los precios y en porcentajes no lejanos.
El valor real de los pagos para acceder a una vivienda se mantendrá en el tiempo y eso hará que se reduzca el valor de las cuotas iniciales que, por elevadas —dada la necesidad de cobertura ante la licuación futura— son una barrera al préstamo.
Apunta a una población de hogares con ingresos de hasta dos salarios mínimos (hoy $ 12.120). Según explicó a medios nacionales Iván Kerr, subsecretario de Vivienda, el nuevo Procrear vería por familias con ingresos de entre 2 y 4 salarios mínimos (según los valores actuales, hasta $ 24.240). En esos casos, como un crédito bancario —de ser aprobado— daría acceso a un capital bajo, el Estado apoyaría con un subsidio —que se pretende que salga de fondos del Tesoro— y entonces habría más posibilidades de alcanzar el monto necesario para una propiedad. Hasta ahora, el subsidio estaba en la tasa de interés, que al ser inferior a la inflación, generaba un perjuicio al rendimiento del fondo de garantía previsional de la Anses, el organismo que preside el comité ejecutivo que gestiona el plan de créditos.
De este modo, el alcance de la iniciativa será algo que dependa tanto del nivel de ingresos como del valor de la propiedad a la que se quiera acceder y del ahorro que acumule la familia (a mayor ahorro, menor necesidad de capital prestado). “Si bien no hay un monto mínimo a otorgar, el cliente deberá tener un ingreso superior a $ 14.000”, expresaron desde una de las entidades crediticias que adhiere a la propuesta.
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