24 de octubre. Un delincuente sorprende a un matrimonio de ancianos cuando sale del garaje de su casa ubicada en Florisbelo Acosta y 212. El ladrón golpea a sus víctimas con una llave francesa para sacarles un maletín cuando desde el interior de la vivienda el hijo de la pareja le dispara con un arma nueve milímetros. El delincuente muere un día después en el Hospital Interzonal de Agudos.

16 de noviembre. Un delincuente amenaza a un técnico informático cuando está abriendo su local ubicado en el centro de la ciudad. El ladrón lo obliga a entrar y dirigirse hasta la parte posterior del comercio donde lo encañona con un arma y le exige la entrega de dinero. El hombre le da la plata que tenía y simula buscar más entre dos computadoras. De ahí saca un revólver y mata al delincuente de siete disparos.

9 de diciembre. Dos ladrones ingresan a la madrugada a una casa del barrio López de Gomara y sorprenden a un matrimonio al que le exigen que entregue diferentes objetos de valor. Desde una habitación, el hijo de la pareja escucha ruidos, toma un arma nueve milímetros que tenía autorización para portar y les dispara a los ladrones. Uno de ellos muere a pocas cuadras del lugar.

Los tres casos ocurridos en los últimos meses en la ciudad no tienen vinculación, pero sí una coincidencia clave: las víctimas de los asaltos tenían un arma dentro de su casa o su comercio. Esta tendencia podría profundizarse: LA CAPITAL comprobó que después de la ola de saqueos crecieron las consultas para comprar armas.

"Ha sido impresionante la cantidad de gente que vino a partir del martes al local. También hubo muchísimos llamados telefónicos. Las personas querían llevarse un arma ya porque están asustadas de que vuelvan los saqueos", le cuenta a este medio Leonardo García, dueño de Heraldo Armas. Y, enseguida, asegura: "La gente me decía que tiene miedo y se siente desprotegida. Creen que el arma les brinda protección".

García también describe que tanto hombres como mujeres son los que hicieron las consultas. "No hay diferencia de sexo", aclara.

- ¿Qué tipo de arma pide la gente? ¿Sabe que tiene que cumplir requisitos para ser portador?, le pregunta LA CAPITAL dentro de su armería.

- Normalmente la gente pide algo para sentirse mas protegida y no tiene mucha idea de cuáles son los requisitos. Saben que tiene que hacer algo y por eso también preguntan cual es la requisitoria para tener un arma. Tienen idea de que no es como 30 años atrás cuando comprabas un arma, firmaban y se la llevaban.

Miriam tiene 39 años y vive en un departamento céntrico. Pide no revelar su apellido pero cuenta que está dentro de "Casa López" para comprar un arma. "Tengo miedo y ahora se meten en cualquier lado. Me enteré acá que al menos tengo que esperar 60 días y cumplir varios requisitos para poder portar un arma entonces estoy buscando gas pimienta o algo que me haga sentir más segura", le cuenta el viernes a la tarde a LA CAPITAL. "Durante los últimos días hubo más movimiento. Por ejemplo hace unos días llegamos para abrir y había dos mujeres grandes esperando en la puerta para comprar gas pimienta porque estaban asustadas", relata la encargada del lugar.

La misma situación que en estos dos comercios se dio durante los últimos días en otra armería de la ciudad. Aunque ante las preguntas de este medio un encargado pide no revelar su identidad ni el nombre del lugar también confirma que las consultas habían crecido tras los saqueos. "No sólo fueron los saqueos, la gente tiene miedo en general", explica. Y agrega: "Acá hubo muchas mujeres que vinieron a preguntar".

El Tiro Federal

La compra de un arma podrá concretarse después de cumplir una serie de requisitos que solicita el Registro Nacional de Armas de la República Argentina (Renar) (ver aparte). Uno de ellos es pasar el examen de idoneidad que se toma en la sede del Tiro Federal Argentino. En promedio, cien personas se presentan por mes en esa institución para realizar la prueba. "En los últimos tiempos se ve un aumento pero no es considerable. Quizás se dé porque el Renar está haciendo muy prolijo todo lo que se refiere a controles y está mandando citaciones a las personas a las que se les está por vencer la credencial de legítimo usuario", explica el presidente del Tiro Federal, Arturo Reboiras. Y, enseguida, agrega: "En ese sentido puede haber habido un poco más de movimiento. Pero no ha venido una avalancha de gente".

Reboiras explica que tener un arma no es sencillo y que en caso de no saber manejar una se deberá hacer un curso. "La gente que quiere un arma para tener más seguridad debe saber que hay requisitos", aclara.

-Usted es el encargado de tomar las pruebas de idoneidad en el manejo de armas. ¿Ve que mucha gente viene por la inseguridad?

-Uno a veces cuando toma las pruebas de idoneidad conversa con la gente. Lo que yo observo es que hay algo que puede llegar a superar lo que es una sensación y que es lo mismo que pensamos todos. Entonces en principio uno trata de explicarle al que tiene la idea de armarse para estar más seguro. Trato de no caer en esa frase de que si tenés un arma tenés un problema porque creo que en realidad si tenés un arma tenés una tremenda responsabilidad. De todas maneras yo explico usarla en defensa personal, en una situación absolutamente dramática para la que uno no está preparado. Así que el que tiene la idea de que por tener un arma de fuego en su casa ya está seguro, está tremendamente equivocado.

-En las armerías las consultas aumentaron notablemente en los últimos días. ¿Cree que finalmente llegarán acá para hacer el curso?

-La gente que se arrima a una armería puede haber notado algún aumento de la inseguridad pero después precisamente tienen que someterse a esa serie de exámenes de cumplimiento de leyes. Cuando vienen acá a rendir idoneidad se entiende que tienen que conocer del manejo de armas. Y si no lo conocen tienen que hacer un curso para aprender. Acá se hacen tres cursos. Uno es para gente de primer nivel que no tiene conocimiento de armas. Con todo eso, la gente empieza a entender cómo es el tema del arma y de los riesgos y la responsabilidad que implica. Por eso muchos desisten de la idea de tener una.