El martes arribará a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) un grupo de técnicos de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU). Habrá reuniones con autoridades y funcionarios. La intención es terminar de definir las medidas concretas de “ajuste” que le permitan a la institución comenzar a ordenar su administración y así poder encaminar una salida al déficit estructural de la UNT.

La última reunión en Tucumán con autoridades de la SPU fue en julio, cuando se le anunció a los funcionarios universitarios que el déficit de $700 millones (hasta fines de 2015) los obligaba a poner la lupa sobre las cuentas. Después de eso se les solicitó un plan de ajuste y hubo varios viajes para intercambiar información. 

Ayer, la rectora, Alicia Bardón; y el vicerrector, José García, anunciaron que la Nación se comprometió a darles asistencia financiera. A través de un comunicado oficial, García confirmó que pese a que la UNT no figura en el listado de universidades beneficiadas con un refuerzo presupuestario, “en los últimos días se acordó finalmente que sí habrá asistencia financiera”. “Es una suma importante, dijo, destinada a obras y también incluyen la modernización de los sistemas administrativos y financieros”, precisó el vicerrector. 

El secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Albor Cantard, para consultarle sobre esta asistencia económica confirmó que se viene trabajando con la UNT, pero que todavía no hay nada claro. “No hay ningún compromiso ni tampoco se habló de una cifra en particular”, respondió. 

“Sabemos el déficit de la universidad y estamos viendo cuál es la mejor forma de resolver no solo el de este año, sino que la UNT empiece a salir de esta situación tan particular”, afirmó. 

Adelantó que de la reunión del martes participará Mario Gimelli, jefe de Gabinete de la SPU, y asesores financieros. “La idea es sumar toda la información necesaria y darle un informe al Rectorado y a los decanos sobre lo que se ha venido trabajando y evaluar cómo continuar”, detalló. 

¿Cómo reducir el gasto que insume la planilla salarial? La respuesta a esa pregunta encierra una de las cuestiones centrales y lo que ha despertado más temor en el sector docente y no docente. Se sabe que la pesada carga en salarios es el tema recurrente y el pedido concreto de la Nación es que no siga ampliándose la planta. En el caso de los no docentes, se pide que se transparente la cantidad de personal, las categorías, los contratos y dónde cumplen funciones. 

Para dar tranquilidad, las autoridades universitarias manifestaron que el desafío en esta nueva etapa es “garantizar que (la UNT) continúe con la cantidad de docentes y no docentes con los que cuenta para seguir funcionando como una universidad abierta y grande. Para esto se requiere del trabajo de todos, de diálogo y de consensos”. 

Además, confirmaron la continuidad de todas las actividades académicas, culturales y de extensión que desarrolla la UNT. “No se resentirán con la puesta en marcha de un plan para mejorar los sistemas de control de gastos e inversión”, dijeron. 

La universidad ha venido haciendo cambios en su gabinete económico. El más importante fue la renovación de la secretaría Económico Administrativa, que pasó a depender de Lidia Ascárate y de Adriana Alvillos, en reemplazo de Leandro Díaz (pasó al directorio de Canal 10) y de Miguel Carletti, que quedó como subsecretario Administrativo. 

De alguna manera, en ellas se asentó la responsabilidad de poner en práctica las pautas necesarias para sacar de la crisis a la universidad. Algunas de esas medidas comenzaron a concretarse. Primero dentro del mismo gabinete del Rectorado, congelando varios cargos docentes de funcionarios que, al menos desde que asumió Alicia Bardón (2014), venían cobrando dos sueldos: como docentes y como funcionarios. Lo que corresponde es la licencia sin goce de sueldo por cargo de mayor jerarquía, según el Régimen de licencias de la administración pública (Nº 3413/79). En el resto de las dependencias se ha comenzado a regularizar la situación de varios contratados, a muchos de los cuales los han pasado a planta, pero con categorías inferiores a las que revestían. Se han enviado planillas para completar con la cantidad de empleados, categorías, horarios y funciones.