El reclamo de viviendas se repite y otra vez se manifestó a través de la ocupación de terrenos por parte de unas 50 familias que el martes por la noche improvisaron un loteo con carpas y bolsas en dos predios que se extienden en la esquina de Saavedra y Barra, en la zona sudoeste, y que ayer fueron desalojados. Hubo momentos de tensión, empujones y algún piedrazo, indicó el director de Control Urbano, David Sánchez, y lo mismo plantearon los vecinos que dijeron sentirse "agredidos" por la presencia de la Guardia de Infantería de la Policía. Fueron personas que viven en casas prestadas o alquilan pequeñas piezas en la zona, donde permanecen hacinadas. "No nos dejan quedarnos a nosotros, pero nadie viene a sacar la basura y las ratas que hay acá", protestaron las mujeres (ver aparte).

La necesidad de viviendas se replica en las ocupaciones. Sánchez indicó que fue medio centenar de ocupaciones las que se produjeron en lo que va de este año y en las qe tuvo intervención la Dirección de Control Urbano.

Es más, hay apenas unos cinco casos que el propio funcionario calificó de "difícil resolución" al explicar que son terrenos que "siguen ocupados y esperando la decisión judicial o bien hay que intervenir de manera constante para evitar la toma".

Una de esos casos, puntualizó Sánchez, es en la zona de Avellaneda al 4300. De ese modo, señaló que este tipo de situaciones se replican sobre todo en los distritos oeste y sudoeste de la cuidad.

De prestado. El pedido de las familias es por una solución al problema habitacional que enfrentan. La mayoría son mujeres con chicos, muchas jefas de hogar, que viven en piezas prestadas, con familiares o las alquilan por unos 700 pesos mensuales. "Vivimos de prestado y muchos no queremos molestar a la familia", dice Laura, madre de cuatro varones.

Gladys, madre de dos nenas y con un nieto en camino, fue otra de las mujeres que con bolsas y carpas se instalaron el martes por la noche en las dos canchitas de fútbol que se extienden frente a la escuela Nº 1.318 Eva Perón. "Ya no sé qué hacer, vivo en una pieza prestada que tengo que dejar, y ahora vengo acá y casi que me quisieron llevar la carpa con la nena adentro cuando nos sacaron", relató la mujer.

Gisela, mamá de una nena y embarazada, abona 700 pesos de alquiler por mes en una pieza donde, asegura, que no entran, mientras que Rosa, que está esperando su primer hijo, vive con su abuela. "Vienen, nos anotan en una lista y sabemos que no pasa nada. Nos mienten, nos chamuyan y la lista queda en un cajón", se quejan.

Desalojo. "La necesidad está manifiesta y existe, son mujeres y jefes de hogar que plantean que sus familias crecieron y que ya no entran en sus casas. Pero como solución no podemos ofrecer viviendas en lo inmediato", recalcó el director de Control Urbano, poco después de haber concretado el desalojo ordenado por el juez Juan Carlos Leiva con apoyo de la policía.

El funcionario indicó que lo que sucedió en el predio de Saavedra y Barra "no llego a ser una usurpación porque no se logró levantar casillas", aunque sí admitió que al momento de concretar la orden judicial "hubo tensiones, pero no tuvo que intervenir la policía". Además, expresó que "los lotes son de un propietario e incluso hay sobre ellos una orden de desalojo anterior, quizá de una ocupación previa".

Lo cierto es que desde ayer un agente de Control Urbano y efectivos policiales se quedaron apostados en el lugar "hasta tanto no haya riesgo de que sea ocupado nuevamente", indicó el funcionario antes de detallar que "la mayoría de las intervenciones que se hacen son por intentos de usurpaciones, donde finalmente se logran recuperar los terrenos".

En ese sentido, el responsable del área puntualizó que ya suman medio centenar de intervenciones de diferente magnitud en lo que va de este año.