Denuncian nuevos casos de secuestros virtuales

Denuncian nuevos casos de secuestros virtuales

La Policía de Misiones recomienda tomar los recaudos correspondientes ante la posibilidad de llamadas extrañas a las líneas de teléfonos, simulando secuestros virtuales de familiares. Ante la duda, no facilitar ningún dato, y trate de tomar contacto inmediatamente con el familiar, denunciando ante las autoridades policiales, a fin de posibilitar el chequeo de las llamadas y la investigación del caso.

En las últimas horas se dieron dos casos. Uno fue denunciado por una mujer de 64 años, quien recibió un llamado al teléfono de su vivienda, donde una voz masculina indicaba tener a su hijo secuestrado.

Esta llamada la mujer manifestó haberla recibido alrededor de las 22.30 del domingo, donde un hombre que le decía ser su hijo, le indicaba que estaba secuestrado.

Posteriormente, según la denuncia, otra voz masculina tomó la conversación y le manifestó que debía entregar la suma de 20 mil pesos o le cortarían los dedos a su hijo.

La mujer cortó la comunicación y se dirigió a casa de otro de sus hijos que reside en el mismo terreno que ella, a quien narró lo sucedido.

En estas circunstancias, llamaron por teléfono al hijo supuestamente secuestrado, quien se encontraba durmiendo en su hogar, según relató la pareja del mismo.

Otro de los casos fue denunciado horas antes del mismo día domingo por Aldo, un hombre de 27 años.

En su denuncia, narró el hombre, que Alicia A., una mujer a quien conoce hace muchos años, había recibido un llamado donde le manifestaban que el mismo se encontraba secuestrado.

La mujer recibió el llamado cerca de las 18 del domingo, cuando una voz masculina le preguntaba si ella era la madre de Aldo, a lo que la mujer contesta que si, ya que lo considera como un hijo.

Luego y según relató el denunciante, la voz al teléfono le dijo a la mujer que él era Aldo y que se hallaba secuestrado y que debía llevar 40 mil pesos, en una caja al hipermercado de Posadas.

La mujer cortó la comunicación, y se dirigió hasta la casa de los padres de Aldo, quienes corroboraron que el mismo se había dirigido junto a su pareja e hijos a la iglesia, regresando momentos más tarde a su hogar.

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