Río Cuarto. Marcela tiene 33 años, siete hijos y dos primitas a cargo. Es oriunda de Rosario, pero hace 17 años que vive en Río Cuarto, en la villa Oncativo. “Vivimos en una pieza de seis por tres y tenemos un baño. A la construcción de madera hecha por Techo la vamos a unir como dormitorio. Los de Techo son los únicos que vinieron desinteresadamente a ayudar. Como estamos en terrenos fiscales, no nos dan materiales en el Gobierno”, testimonia.

Desde su precaria vivienda ubicada a la vera del río, la mujer cuenta: “Allá en Rosario hay nenas que a los 13 años ya están arruinadas, violadas, a los 15 son mamá y les quieren pegar. Yo acá tengo la nena de 15 en el secundario, todos mis hijos van al colegio. Siempre hay un vecino que está tomado y hay junta para el lado de la esquina, pero si uno no los molesta no hay problemas. Ahora vamos a hacer reuniones a ver si mejoramos el barrio”.

El pasado fin de semana, alrededor de 150 voluntarios de la ONG Techo construyeron 13 viviendas de emergencia en Río Cuarto, junto a familias que viven en situación de pobreza en los asentamientos Oncativo, Cola de Pato, Las Delicias, Avenida Argentina y El Obrero.

En los ocho años que Techo lleva trabajando en Río Cuarto, contribuyó a solucionar la necesidad habitacional de 219 familias, con casas de madera montadas sobre pilotes, en los 12 asentamientos de la ciudad. Son viviendas de emergencia, pero mucho más dignas que las que cada familia tenía.

A nivel general, la organización Techo alcanzó este mes la vivienda 100.000, en 450 asentamientos de 19 países en donde se encuentra trabajando.

En Córdoba, ha levantado unidades en la Capital y en Río Cuarto.

“Nadie elige donde nacer, pero sí debería poder elegir donde vivir. Hoy podemos decir que con estas últimas 13 casas no hay más emergencia habitacional en Río Cuarto, no quedarán familias viviendo sobre el barro o con goteras en sus techos. Pero sigue existiendo una inmensidad de derechos vulnerados: la falta de acceso a los servicios básicos; a un hábitat adecuado; a la ciudad. Seguirá habiendo, por lo tanto, una necesidad fuerte de continuar trabajando en la organización con los vecinos, en el desarrollo de sus barrios, en la reivindicación de sus derechos y por sobre todo, en seguir exigiendo soluciones de fondo”, señaló Eva Velasco, directora de Techo en Río Cuarto.

Otros planes

Para Suania Cereceda, directora de Comunicaciones de Techo en Córdoba, “con estas últimas construcciones en Río Cuarto se busca demostrar que solucionar la emergencia habitacional es posible, pero que también es fundamental trabajar en paralelo en el diseño de políticas públicas a largo plazo”.

Valeria, de 25, fue una de las primeras vecinas de la villa Oncativo que tuvo una casa de madera hecha por Techo. “Estamos agradecidos, en lo que nos armaron nosotros hicimos un dormitorio separado, nos cambió la vida porque antes teníamos todo amontonado en una sola piecita. Tenemos tres chicos, nos vinimos acá porque no podíamos alquilar. Tenemos caballos para tirar el carro de arena y acá los animales no molestan a nadie. Mi marido es operado de pulmón y no encuentra otro trabajo”, relata.

“El otro día bajaron todas las maderas para hacer las casas bajo la lluvia. Uno no se imagina que sólo por un gracias haya alguien que haga algo por uno. En el barrio somos 200 familias y dicen que ahora nos van a seguir ayudando a organizarnos”, valora Valeria.

Enzo Otero, voluntario de Techo, destaca que Marcela y Valeria ya asisten a las mesas de participación en las que se fomenta el desarrollo comunitario. Los primeros proyectos son la numeración de casas y garantizar las redes de energía y agua potable.

Gonzalo Olivares, director general de Techo, completa: “El desafío es consolidar el desarrollo comunitario, acercar herramientas de trabajo y educación y generar lazos con los gobiernos municipales y provinciales para que los asentamientos se integren al resto de la ciudad”.