Un empresario dejó a vecinos afectados y deudas con los operarios.
Neuquén
Según denuncias de vecinos damnificados por las construcciones, el empresario José Luis López-Ferrero Bautista se fue del país hace casi un año y dejó en pleno centro de la ciudad tres edificios sin terminar, sobre los que pesan reclamos de límites y deudas. Los inmuebles están ubicados en calle Alderete casi Avenida Argentina y sobre Jujuy a las alturas 324 y 275.
El empresario, oriundo de España, es responsable de tres firmas constructoras: Hispano Argentina de Desarrollo Inmobiliario, Grupo FBB y Habitania SRL, que adquirieron terrenos céntricos a familias pioneras de la ciudad para hacer edificios de departamentos.
Según las denuncias, en 2009 comenzó con la primera torre, denominada “Lérida”, ubicada en Alderete 35. La obra tuvo problemas dominiales y un conflicto de límites con una familia lindera, de apellido Afione, y un conocido hotel, ubicado en la esquina. Sin embargo, el edificio quedó casi concluido y los departamentos hoy están habitados.
En simultáneo, con otra empresa pero con los mismos obreros, López-Ferrero inició la construcción del edificio “Carmen Bautista” en Jujuy 324, domicilio en el que fijó sus oficinas. En este segundo proyecto hubo vecinos que reclamaron porque se afectaba el pulmón de manzana y por el impacto de la obra sobre sus casas, aunque no lograron frenar los trabajos y esos reclamos aún están en trámite en el Municipio y en la Dirección de Catastro de la provincia.
Entre otros, uno de los propietarios que comparte la medianera con el edificio Carmen Bautista denunció ante el Municipio capitalino, con pruebas fotográficas, que desde la torre cayó un tambor lleno de cemento que le agujereó el techo y no llegó a dañar a nadie porque quedó enclavado sobre la chimenea. El damnificado todavía espera una respuesta.
En 2010, el mismo inversor comenzó una tercera torre llamada “Don Luis” sobre Jujuy 275, donde llegó solo hasta la primera planta. La obra se paró por no contar con el permiso municipal y tener trámites pendientes en la AFIP. En este inmueble, el terreno aún está a nombre de la familia que vendió a la constructora, de apellido Morán.
“Veníamos con reclamos por los daños que nos produjo este señor a nuestra vivienda, hasta que en marzo de 2014, un lunes, nos enteramos de que los operarios de Jujuy 324 no pueden ingresar a trabajar porque estaba todo cerrado y el responsable de la empresa no aparecía; parece que la cosa se le puso complicada y optó por fugarse”, contó uno de los vecinos perjudicados, que pidió no difundir su nombre aunque acreditó documentación sobre su denuncia.
Relató que “esos trabajadores eran los mismos que hacían los arreglos pendientes en Alderete y la otra obra de Jujuy”, donde también quedaron reclamos sin resolver por daños e irregularidades. Al intentar ubicar al dueño de las tres constructoras, vecinos y obreros constataron que no tenía un domicilio real y que la única referencia era una oficina sobre una de las torres en ejecución, que en la actualidad está cerrada. La decisión de bajar las persianas, según algunos comentarios, se tomó en enero del año pasado.
Tras numerosas gestiones, solo pudieron ubicar al López-Ferrero a través de su cuenta de Facebook, en la que aparece en varias fotos en una residencia de Albacete, en España. Mientras tanto, en Neuquén, los damnificados lo siguen esperando para cobrar por las construcciones. También lo esperan los que compraron los departamentos y aún están sin terminar y los proveedores de todo tipo a los que no les pagó.
Proyecto
Cuando anunciaron el Mirador del Valle
José Luis López-Ferrero, el mismo empresario denunciado por algunos vecinos por los edificios inconclusos en pleno centro neuquino, inició en 2010 un proyecto inmobiliario para construir en el Bajo de la ciudad la torre más alta de la Patagonia.
El proyecto, que llegó a anunciarse en varios sitios de venta de propiedades inmobiliarias, se denominaba “Mirador del Valle”. Estaba a cargo del Grupo FBB e iba a erigirse en un terreno ubicado en la calle Leguizamón al 70 de esta ciudad.
Según se indicaba en los anuncios publicitarios publicados hace unos cinco años atrás, la torre iba a tener 22 pisos, “cocheras aéreas” y un centro comercial.
En los avisos, además, se prometía poder “mirar a Neuquén desde el cielo” y se aclaraba que el edificio había sido “diseñado y concebido bajo estrictas normas aplicadas usualmente por el Grupo FBB en la Comunidad Europea”.
Por motivos que nunca se explicaron, la inversión no se llevó a cabo y hoy es una gran incógnita.
Dirección ficticia, obreros en la calle
NEUQUÉN
A fines de marzo de 2014, un grupo de trabajadores de la UOCRA hizo una ruidosa protesta sobre la calle Jujuy porque una constructora había cerrado la obra en la que estaban contratados sin previo aviso y sin pagarles la última quincena. Se trataba del edificio Carmen Bautista, que quedó a medio ejecutar. Al día de hoy, el inmueble permanece en el mismo estado de abandono que entonces.
En aquel momento, Rubén Ojeda, secretario de Prensa y Difusión de la UOCRA, denunció que las empresas responsables de la obra eran Habitania SRL e Hispano Argentina de Desarrollo Inmobiliario SRL.
Contó que despidieron a los operarios por teléfono y se retiraron del obrador sin pagar los salarios. “El dueño, José Luis Ferrero, se fue al exterior y a su socio, Andrés Barrera, todavía no lo ubicamos”, contó el dirigente gremial.
Tras la protesta, los obreros acudieron a la Subsecretaría de Trabajo, pero allí se enteraron que no se podía contactar a los responsables de las empresas porque las direcciones con las que se habían registrado eran erróneas.
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