El agua que consumimos y la eficiencia de la planta depuradora son interrogantes que aún permanecen sin respuesta en el imaginario colectivo de la comunidad. La concejal de Cambiemos, Nélida Pose, licenciada  en Química, docente e investigadora de la FCA, y presidente de la comisión de Ecología y Medio Ambiente del Concejo Deliberante, además de ser miembro del directorio del Egirabal, dio algunas certezas sobre estas dos cuestiones vinculadas a un servicio público esencial. Según explicó, en el año 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró, mediante su resolución A/RES/64/292 el acceso seguro a un agua potable salubre y al saneamiento como un derecho humano fundamental para el completo disfrute de la vida y de todos los demás derechos humanos. Expresó también, que el abastecimiento de agua por persona debe ser suficiente y continuo para el uso personal y doméstico. Estos usos incluyen el agua de bebida, el saneamiento personal, la preparación de alimentos, la limpieza del hogar y la higiene personal. El agua tanto para el uso personal como doméstico, debe ser saludable; es decir, libre de microorganismos, sustancias químicas y peligros radiológicos que constituyan una amenaza para la salud humana.  “Las medidas de seguridad del agua potable vienen normalmente definidas por estándares nacionales y/o locales de calidad del agua. El agua debe presentar un color, olor y sabor aceptables para ambos usos, personal y doméstico”, subrayó.  Y agregó: “un principio básico del derecho ambiental es el derecho a la información, por ello, consideramos importante que la población conozca la calidad del agua que consume. La Municipalidad de Balcarce ha realizado un convenio con el Organismo del Control del Agua de la Provincia de Buenos Aires (OCABA), que realiza periódicamente análisis de agua de red, pozos y Planta Depuradora. Desde hace unos meses, OCABA no ha entregado los resultados de análisis que realizaron. Sin embargo, la Empresa Aguas de Balcarce S.A. solicitó al Instituto Fares Taie, la realización de análisis para control interno que fueron entregados al Municipio. De esta manera podemos brindar a la población información del estado actual del saneamiento en la ciudad”, destacó.

La calidad del agua 

Con respecto a la calidad del agua, Pose indicó a La Vanguardia que se tomaron muestras de agua de tres sitios de red (canillas de entrada de agua en casas de familia) y nueve pozos. “Tanto los parámetros bacteriológicos como los fisicoquímicos analizados indican que el agua de red es apta para consumo humano. Sólo en el pozo 2, que va a al tanque, se observaron valores altos de nitratos (66,6 mg/l) siendo el valor límite permitido por la Autoridad del Agua de la Provincia de Buenos Aires de 45 mg/l. Una de las muestras de agua de red se tomó en una casa ubicada en Barrio PYM, a la salida del Tanque de agua del Cerro el Triunfo. Como registró un valor inferior al límite, podemos estimar que la mezcla de agua de cinco pozos que llegan al tanque, disminuye considerablemente el nivel de nitratos que salen de él y que abastecen a una fracción importante de la población. 

En la Planta Depuradora, los datos revelan que no está funcionando de forma eficiente. Lo que es previsible dado que fue diseñada para tratar los efluentes de una población de 22000 habitantes y se ha incrementado ampliamente ese valor. El parámetro utilizado para medir el grado de contaminación y para apreciar el funcionamiento de las plantas depuradoras, es la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBQ). En mayo del 2016, los análisis de efluentes líquidos del proceso, que se tomaron a la salida de la Planta, registraban niveles de DBQ de 65,5 mg/l (Valor límite permitido: 50 mg/l), posteriormente se comenzó a clorar pero a la fecha no hay disponibles nuevos datos que indiquen que esa situación haya mejorado.