Damian Blangetti no se rinde: aprobó su última materia en Ingeniería

Damian Blangetti no se rinde: aprobó su última materia en Ingeniería
El joven mendocino, que se accidentó en abril de 2012 y quedó con el cuerpo inmovilizado, completó el cursado de la carrera en la UTN. "Ahora me preparo para la tesis de proyecto" dijo en diálogo con UNO
Damian Blangetti tiene un espíritu inquebrantable. La fuerza de mil leones. Y un corazón enorme. En abril de 2012 sufrió un duro accidente durante sus vacaciones en Cancún que lo dejó paralítico. Pero luego de meses de extremo sufrimiento y esfuerzo en los que fue asistido en hospitales mexicanos, Damián regresó a la Argentina donde siguió con su recuperación primero en Buenos Aires y luego en Mendoza.

Pese al triste episodio que le tocó vivir, siempre se mostró muy optimista y contento: “Siempre fui así, siempre para arriba y el accidente no me cambió en esa parte. Por suerte, de ánimo siempre estuve bien; no estuve amargado, ni nada”, declñaraba en septiembre pasado el estudiante de Ingeniería en Sistemas.

Y ahora este joven titán dio otro paso tremendo para desandar el duro camino que le planteó la vida. Es que rindió la última materia que le quedaba por cursar, Teoría de control. y aprobó con un 9.

"Quiero agradecer a los profesores que se acercaron a mi casa para formar la mesa examinadora y tomarme exame", dice. Y no se olvidó de nombrar a los 4 docentes: Cecilia Castellanos, Amalia Katzuriusky, Carolina Penisi, Alejandro Vázquez, quienes se acercaron a su domicilio en la calle Perú al 2000 de Ciudad.

"Ahora estoy con mis amigos, disfrutando, mientras ya me voy metiendo en el proyecto de tesis. El trabajo estimo que lo presentaré el 28 de mayo", señaló Damián.

Mientras, al joven le aguarda seguir con los trabajos de rehabilitación y las sesiones de kinesiología.

"Haber terminado la carrera es como haberme sacado una mochila. Después de la tesis trataré de volver a la empresa en la que trabajaba (Globalys dedicada al solfware".

Así es Damián, siempre en movimiento, pese al cruel zancadilla del destino.

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