La Dirección General de Tránsito, a cargo de Miguel Grassi Muñoz, trazó un balance de los controles de alcoholemia que se realizaron desde el 13 de febrero hasta el lunes 27 de junio.

 

El Dependencia realizó 14.741 test de alcoholemia realizados en diferentes operativos,2.997 conductores tenían alcohol en sangre: 1.905 dieron positivo y 1.092, punitivo.

 

“Estos vehículos se retiraron de la vía pública y quedaron a disposición del Juzgado. Estos podrían haber provocado algún accidente leve o fatal”, alertó Grassi Muñoz y remarcó que “hasta el momento ha sido positiva la política de prevención. Los automovilistas están tomando conciencia de que alcohol no solo hace efectos de noche, sino también de día. La idea es hacer tareas de concientización a través de los controles”.

 

En este contexto, también remarcó que “estamos haciendo controles de alcoholemia a la salida de la playa de secuestro. Antes de retirar su vehículo, se le hace un control y si tiene alcohol en sangre punitivo, no se lo deja conducir y otra persona debe retirarlo”.