Susana Bargas es la hermana de Liliana, acusada de matar a una vecina que le reclamó por los 17 perros que tenía en su casa. La mujer sufre de esquizofrenia y nunca fue tratada debidamente. Este martes declaró ante la Justicia y continúa detenida.

Mientras tanto, la vivienda donde vivía Liliana junto a su madre quedó desocupada momentáneamente. Fue entonces que Susana decidió volver hasta allí para comprobar con sus ojos cómo vivían su mamá y la imputada, a quienes no veía desde hacía años. Perdió todo contacto con ellas tras discutir fuertemente con Liliana.

Al entrar, descubrió el enorme deterioro del inmueble, completamente desordenado así como el estado de descomposición de numerosos productos alimenticios. El olor que emanaba de la casa era tal que debió ponerse un barbijo para recorrer la vivienda.

"Los peces nunca mueren y están muertos", decía atónita Susana ante las cámaras de C5N. Envuelta en llanto y desolación, su mente fue invadida por los recuerdos de décadas atrás y el calvario actual. No pudo sobrellevarlo y terminó desmayada. La atendió rápidamente un equipo de médicos.

El domingo, Susana contó por C5N que su hermana "estuvo internada cuando era adolescente por un hecho violentísimo hacia mi persona. Mi papá tomó la decisión de internarla pero en pleno tratamiento mi mama la sacó. La atendía el doctor (Raúl) Matera".

Y agregó que el cuadro de su hermana era esquizofrenia. "Espero de la Justicia, de los médicos y espero que haya máxima seguridad y contención para ella. Por otra lado, le pido a la sociedad que haya más hospitales psiquiátricos", completó.

En ese momento, Susana dijo que ahora podría acercarse a su madre. "Quiero que esta pesadilla termine, tengo miedo. No me acercaba a mi mamá por temor a que me pase algo. Estaba esperando que encontraran a mi hermana para poder acercarme a mi mamá".

"Ahora siento un alivio enorme, siento que se me cayó un peso grande de la espalda. Ahora tengo que reparar ese vínculo con mi mamá. Lo único que espero es verla, traerla, darle esa flor que yo miraba siempre y compartir muchas cosas lindas", enfatizó. Lo que nunca imaginó era el calvario que encontraría al volver a pisar su casa.