Peritos en comunicaciones de la Policía Federal ya cuentan con los dos teléfonos celulares de Carlos Alberto Gutiérrez Camacho, de 41 años, y de Solange Kive Trujillo, de 22, para ser analizados, ya que los pesquisas confían en que existan mensajes de texto o números telefónicos de las personas con las cuales mantenía contactos frecuentes el hombre asesinado y que puedan surgir datos sobre los presuntos homicidas.

"Se maneja la hipótesis de un ajuste de cuentas, pero aún no pudimos escuchar a la chica porque está internada. Confiamos en que pueda declarar hoy. Si se recupera, irá personal de la fiscalía a escucharla", confirmó la fiscal del Distrito Saavedra-Núñez, a cargo de la pesquisa, Cristina Caamaño.

Además, uno de los puntos que se intentan esclarecer es el de la "tercera persona", un hombre con quien se encontró la pareja instantes antes de recibir los once disparos, según los testigos. Una de las hipótesis es que haya actuado como "entregador".

Los investigadores tratan de identificar al sujeto conocido como "el Diablo" y quieren determinar si escapó de la escena del crimen por temor a que los sicarios lo mataran o porque actuó como entregador.

Esta tercera persona, llamada El Diablo, surgió porque cuando el cadáver de la víctima aún estaba en el asfalto de la bicisenda de los bosques de Palermo su teléfono comenzó a sonar. Atendió un policía y le pidió a su interlocutor que se acercara a la escena del crimen. Cuando llegó, el hombre aportó el dato que puede ser clave para los investigadores: Camacho y su novia poco antes del ataque habían estado con otro ciudadano colombiano sólo conocido con el apodo de "el Diablo".

"Por lo que dijo la persona que llamó al teléfono de la víctima, "el Diablo" en Colombia tenía fama de gatillero, lo que en la Argentina conocemos como sicario", explicó un vocero consultado por el diario La Nación.

Respecto de las filmaciones que pudiera haber para intentar establecer las identidades o recorridos de la moto donde se trasladaban los asesinos, pese a que en el lugar de la tragedia no había cámaras de seguridad, "sí las hay por Figueroa Alcorta más adelante. Por eso creemos que allí puede haber quedado el registro del paso de la moto", aseguró la fiscal.

El trágico hecho ocurrió la tarde del lunes, cuando la pareja circulaba en bicicleta por Dorrego y Figueroa Alcorta, momento en que los sorprendieron dos personas a bordo de una moto y les dispararon un total de once tiros. El hombre falleció en el acto y la mujer debió ser trasladada de urgencia al Hospital Fernández.