La contaminación sonora en Mar del Plata, una problemática en aumento

La contaminación sonora en Mar del Plata, una problemática en aumento

Los ruidos molestos constantes son una característica de todas las ciudades y pueden generar problemas en la salud de las personas. Si no se aplican políticas al respecto, la escalada será más pronunciada. Un mapa de ruido muestra que las zonas calientes en la ciudad son el microcentro y las avenidas. Los detalles.

La contaminación sonora es una problemática que persiste en todas las ciudades del mundo y Mar del Plata no es la excepción. La misma es producida por ruidos molestos constantes, que el ciudadano en su casa no controla y afectan su vida cotidiana. Las zonas calientes de ruido en la ciudad son las avenidas, principalmente Luro, Colón, Jara, Champagnat e Independiencia.

Si el ruido es sostenido, como ocurre en los grandes centros urbanos, comienzan a producirse efectos nocivos en la salud. Los principales síntomas son fatiga auditiva, sorderas profesionales y traumatismos acústicos que conducen a una disminución de la percepción auditiva e incluso la pérdida total. También se producen efectos psicofisiológicos, como alteraciones del sueño, falta de concentración, aumento del estrés, síndromes de depresión y una disminución general de la calidad de vida.

“Los ruidos molestos son aquellos ruidos indeseables, que no elegimos y entran en nuestra vida. Ya sea cuando estamos en la calle o en nuestra casa y nos perturban. Los que son de vía pública deben ser frenados con una política social. Hay que buscar bajar el ruido de la ciudad y tener una buena calidad de vida en la casa de uno”, explicó a El Marplatense el coordinador de Ruidos Molestos de la Municipalidad, Federico Felices.

Felices destacó el microcentro como principal factor de ruidos molestos, principalmente por la circulación de vehículos. “Encontrás cierta estabilidad en el ruido, que se trasluce en ruido de fondo por el pasaje de autos. A medida que te vas alejando, ese ruido de fondo baja, pero vas por rotondas o lugares donde hay concentración de gente o comercios y vuelve a aumentar”, detalló.

“Estamos un poco más bajo que Buenos Aires, pero más que nada por una menor densidad de población, en definitiva somos un reflejo de una contaminación sonora. Habría que articular políticas, y proyectarlas, para que en el tiempo empiecen a bajar. Porque no los resolvés de un día para otro”, señaló el coordinador de Ruidos Molestos del Municipio.

Para revertir esta compleja problemática, Felices apuntó que es necesario invertir para empezar a cambiar la mentalidad social. “Es un cambio de paradigma, pero para eso necesitas tecnología, dinero, y así de a poco empezar a torcer esa escalada que hay en este país. Este país tiene muy poca política en contra de la contaminación sonora”, dijo.

Mar del Plata no escapa a los parámetros de otras ciudades, según el referente municipal. “Está en escalada el tema de contaminación sonora, hasta que no se atienda, con el debido respeto con el que se lo debe tomar, con profesionales y políticas para eso, esto es exponencial y va a seguir aumentando”, consideró.

“En el 90 cambio el paradigma del ruido, apareció la tecnología y fue modificando los microclimas que favorecen los ruidos. Un espacio lo podes aislar, pero una ciudad, con las conductas, es lo más difícil de cambiar, nos va a costar mucho. Hay que trabajar, y si no arrancas desde el Estado, no lo vas a modificar fácilmente”, concluyó Felices al respecto.

El mapa de ruido en Mar del Plata

El observatorio de la Universidad Fasta realizó un relevamiento de ruido de la ciudad con el fin de generar un mapa que permita reflejar las zonas más afectadas por la contaminación sonora.

Lucrecia Allega, referente del relevamiento realizado por el Observatorio, destacó en diálogo con este medio que en las avenidas Champagnat, Jara, Colón, Luro, Libertad, Independencia, “el sonido se concentra y los valores fueron elevados”, al igual que en el centro.

Además, consideró que “los puntos mas elevados superaban los 95 decibeles” . Asimismo, apuntó que se realizarán nuevas evaluaciones para contemplar cómo es el impacto del ruido durante 24 horas.

“Es una dinámica que tiene la ciudad. En Güemes que hay una cantidad de vehículos que pasan, mas que es una ciudad turística que te provoca cambios de ritmo, hace que eleve el ruido”, señaló Felices.

Con este panorama, Mar del Plata tiene una diversidad de zonas en contaminación sonora que parece avanzar sin techo. Los vehículos y la vorágine urbana en la que vivimos hace reflejar que los ruidos molestos están para quedarse, a no ser que apliquen políticas al respecto.

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