Un conflicto enquistado entre desechos

Un conflicto enquistado entre desechos

La huelga en la recogida de basura de Vilalba encara su cuarta semana, con las negociaciones entre las partes rotas y a la espera de que Urbaser acepte la petición de la plantilla de la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais.

Por: María Roca.

Este lunes se cumplen 22 días desde que el 21 de agosto la plantilla de Urbaser en Vilalba iniciara una huelga indefinida para reclamar "salarios dignos". El conflicto laboral continúa y va camino de ser superar en duración al último que hubo en 2013.

1. ¿Cuál es el origen del conflicto?

Urbaser y su plantilla de Vilalba, formada por 13 trabajadores, llevan varios meses negociando un nuevo convenio colectivo, después de que el anterior caducara hace casi tres años. Ese documento, con una duración de seis años y con vigencia desde el 1 de enero de 2015 hasta el 31 de diciembre de 2020, se aprobó con retraso, en marzo de 2016. Hubo tres reuniones, infructuosas, antes de la convocatoria de la huelga.

2. ¿Qué reclaman los trabajadores?

Su principal demanda son "adaptar os salarios á vida real", ya que aseguran que sufren "unha perda de poder adquisitivo de case o 22% desde 2011", tal y como explicó Iván Rouco, enlace sindical de los operarios. Esto vendría dado porque los salarios son de media un 1% más bajos que hace doce años y por la importante subida del IPC y del coste de la vida en los últimos años, principalmente desde 2021. Añaden también que Urbaser sí tuvo ingresos como la amortización de maquinaria o una ampliación del contrato en Vilalba en 57.000 euros en 2019.

3. ¿Cuál es la postura de Urbaser?

De la empresa apenas se sabe más que lo que indican desde el sindicato (CIG) y el comité de empresa. En las tres primeras reuniones de este año no presentó una alternativa a la propuesta de los trabajadores. Sí lo hizo dos días antes de que se iniciara la huelga, pero la plantilla la tildó de "vacía de contenido". En el siguiente encuentro, sí puso sobre la mesa varias mejoras sociales y salariales, pero no se materializó un acuerdo entre las partes.

Los trabajadores de Urbaser de Vilalba piden la intervención de un mediador4. ¿Y la del Concello?

Intentó mediar desde el principio, ya antes de que arrancara la huelga, pero sin éxito. Entonces, Eduardo Vidal, concejal de Servizos, se reunió con ambas partes y ejerció de interlocutor para tratar de evitar el paro, cosa que no pasó. Hace unos días el gobierno municipal emitió un comunicado para pedir la "inminente desconvocatoria" de la huelga y que se retomaran las negociaciones con la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais.

5. ¿Qué pasa con el contrato entre la empresa y el Concello?

Mientras tanto, el gobierno local continúa con el proceso para sacar a licitación el nuevo contrato del servicio de recogida de basura y limpieza viaria, el cual lleva caducado desde septiembre de 2020. Desde entonces, el Concello llegó a un acuerdo con Urbaser para que siga prestando el servicio hasta que haya una nueva adjudicación, puesto que el contrato ya no tenía opción a ser prorrogado.

Los estudios económicos y los pliegos de condiciones ya están elaborados, pero faltan unos flecos ya que la nueva licitación "supón unha mellora importante, que implica un custo maior que hai que repercutir nas arcas municipais", tal y como explicó Vidal. Una de las medidas que se está llevando acabo es la actualización del padrón de viviendas.

Los trabajadores consideran que Urbaser está "deixando pasar o tempo" en este conflicto hasta que salga la adjudicación nueva.

6. ¿En qué punto están las negociaciones?

Totalmente rotas en la actualidad, tras la celebración de seis reuniones, dos de ellas desde que empezó el paro. Aún así, la plantilla ha dado un paso adelante solicitando de manera formal la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais. Todavía está a la espera de recibir la respuesta de Urbaser, la cual debería producirse en breve -tiene de plazo para contestar tres días desde que recibe la notificación, y la petición se registró el pasado jueves por la tarde-.

7. ¿Qué impide llegar a un acuerdo?

El principal escollo se encuentra en la revisión de los salarios correspondientes a los años 2021 y 2022. Por ahora, Urbaser ofrece lo comprometido por el Concello de cara a la nueva concesión, un incremento del 10% repartido en un 4% en 2023, un 3% en 2024 y un 3% en 2025, con una variación puntual añadida del 1% en función del IPC. Pero los trabajadores la rechazan al no incluir ninguna subida para los dos años anteriores -en los que no hay ningún contrato entre la empresa y el Concello vilalbés-, "precisamente nos que máis subiu o IPC". Por ello, el comité de empresa completa la propuesta que ya hay incluyendo sendas primas de convenio únicas de 1.157 euros para 2021 y de 1.080 para 2022. También reclaman una cláusula de revisión salarial a IPC real para 2023 y 2024.

8. ¿Cedieron en algo cada una de las partes?

La empresa aceptó cuestiones como un día más de vacaciones (31), un permiso sin sueldo o la cantidad de ropa, "que pasa a ser o que marca a normativa e non se estaba cumprindo", asegura Rouco. La plantilla por su parte retiró varias peticiones de la plataforma de negociación, como el 100% de la Seguridad Social en caso de baja, la cuarta paga (que sí tienen en otros centros de trabajo de Urbaser como Ferrol) o la bolsa de ayuda escolar.

9. ¿En qué situación se encuentra el servicio?

Se están cumpliendo los servicios mínimos, que cubren el 38% del servicio ordinario. La recogida urbana es cuatro días a la semana (de 22.00 a 4.30 horas) y el barrido manual se hace en tres zonas céntricas. En la zona rural, se hace dos días.

10. ¿Cómo se resolvieron las huelgas anteriores?

Las últimas en Vilalba fueron en 2008 y 2013. La primera también se convocó coincidiendo con las jornadas previas a las fiestas de San Ramón. Duró diez días y se desconvocó justo antes de los días grandes al aceptar ambas partes el arbitraje. El último paro afectó a la Festa do Queixo de San Simón y el FIV y fue el más duradero, ya que se prolongó durante 25 días. Finalizó tras un acuerdo entre las partes que supuso una reducción salarial. En breve se sabrá si el conflicto actual supera al anterior en duración.

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