Podría decirse que el del sábado por la noche fue un show bisagra para Tan Biónica, porque se trató de uno de los últimos conciertos del grupo antes del lanzamiento de Hola Mundo, su nuevo trabajo, que llegará a las disquerías el mes próximo. De hecho, este lunes estrena otro adelanto del disco, una canción titulada Las cosas que pasan, que el grupo incluso interpretó en una versión abreviada, con piano y voz como únicos sostenes. Así, con la expectativa de sus fanáticos muy palpable en el aire, la banda de Chano Moreno Charpentier fue la atracción principal del Budweiser Made For Music, el festival que tuvo lugar en una de las zonas del Parque Sarmiento.

La actividad comenzó unos minutos después de las 19, cuando le llegó el turno a los grupos teloneros. Future Ted y Geminis, ganadores locales del concurso para actuar en la previa al show central, tuvieron la posibilidad de mostrar su propuesta frente a un público variado y numeroso que incluyó familias enteras, adolescentes y parejas que aprovecharon una tarde espléndida para asistir al predio.

Los primeros mostraron de qué está hecho O’Clock, un disco recién estrenado, con canciones pop de bases electrónicas, voz femenina y letras en inglés, mientras que Geminis apostó por su rock de guitarras y estribillos radioamigables, que tienen en el disco Superadhesivo su mejor testimonio. Ambos estuvieron a la altura de las circunstancias, con ganas de darse a conocer frente a una audiencia bastante grande, pero a la vez conscientes de que el público –los organizadores estimaron una cifra superior a las 30 mil personas– había asistido por otra razón.

Minutos después de las 21.30 le llegó el turno a Tan Biónica. Luego de una intro clásica (por los parlantes sonó Seven Nation Army, de The White Stripes), el grupo optó por comenzar el recital con Vámonos, del disco Destinología, la primera de muchas canciones que iban a sucederse durante la hora y media que duró el concierto. “Qué lindo estar en la Docta de nuevo, che”, pronunció Chano pocos minutos después, sentado al piano, para desatar la primera ovación de la noche.

El show incluyó clásicos (Ella, Loca, Ciudad Mágica, La melodía de Dios,Arruinarse), un set acústico y breve que luego mutó en algo más bailable y electrónico, cercano a la EDM, y también dejó otros momentos que alternaron entre la euforia adolescente y los hits melancólicos que caracterizan al grupo. El sol, presente durante toda la tarde, le dio lugar a una noche templada y fresca, apta para una campera liviana. O para el saco que el propio cantante llevaba puesto y que le obsequió a un fan ya hacia el final del espectáculo.

Chano es un frontman muy singular, una figura de movimientos eléctricos que establece una profunda conexión con sus admiradores. Y tiene por detrás un grupo sólido que lo respalda con gran oficio. “Uno toca de la manera en que vive, de la manera que es uno”, le comentaba el cantante a VOS al mediodía del sábado, en un hotel céntrico, cuando la banda recién arribaba a Córdoba. La charla giró mayormente alrededor de su próximo disco, del que sus responsables sienten un orgullo evidente y que, aseguran, supone un paso más allá en su ambiciosa carrera. Ese paso más llega en mayo.