Intentan negociar un nuevo colectivo sin avances por ahora, y ante la situación, señalan que ni la empresa ni el Ayuntamiento se hacen responsables. Están organizando asambleas y plantean movilizaciones o incluso huelga.
El comité de empresa de la adjudicataria del servicio de la limpieza en Santa Pola, Urbaser, denuncia las condiciones laborales que sufren. Aseguran que tras la renovación de la contrata, siguen "igual" después de haber estado ocho años "trabajando bajo mínimos". Desde el comité aseveran que sufren importantes cargas con cargas de trabajo y "presiones laborales insostenibles". Una situación por la cual van a celebrar asambleas de cara a movilizaciones y una posible huelga, ya que arguyen que la empresa no quiere negociar mejoras y que el Ayuntamiento hace oídos sordos a la situación.
Contrataciones insuficientes
A este respecto, subrayan que no hay una buena planificación por falta de personal y que eso supone una mejor eficacia en sus labores, lo que acaba redundando en un peor servicio para le municipio. Explican que se ha ampliado poco el personal, sobre todo en verano, con 25 nuevas contrataciones, pero 10 de ellas de media jornada. Y que de ahí vienen esas cargas de trabajo y la presión que tienen.
En este marco, indican también que el convenio colectivo expiró en diciembre de 2024, pero la empresa está poniendo trabas a la negociación del nuevo. Y que derivado de esta situación, "se intenta llegar a todo sin tener personal para ello". Esgrimen que todos estos parámetros afectan a la calidad del servicio, y por ende a la "calidad de vida de al ciudadanía en Santa Pola", de la que dicen que a pesar de haber subido el coste del servicio, no se ve beneficiada "en nada".
Falta de respuesta del Ayuntamiento
Ante esta situación, desde el comité de empresa explican en un comunicado que han denunciado esta situación a la Inspección de Trabajo, y que han trasladado esta situación a la alcaldesa, Loreto Serrano, y la edil de Limpieza, Encarni Ramírez. El comité lamenta que entre empresa y Ayuntamiento "se pasan la pelota", con ambas partes apuntando a la responsabilidad del otro. En medio, los trabajadores exigen el mismo trato que otros servicios municipales, "al menos en lo económico", a pesar de que, según denuncian, la posición del Ayuntamiento es que "no es responsabilidad suya", sostienen.
Camión del servicio de limpieza - AP
Negociación del convenio
Desde el comité llevan seis meses intentando negociar el nuevo convenio para mejorar su situación, pero explican que apenas hay reuniones ni avances, y que desde Urbaser se apunta a que en base a la Ley de Contratos y al pliego de condiciones, hasta los dos años no pueden revisar las condiciones, precios, ni los servicios. Este nuevo servicio se adjudicó a finales de 2023 para una década y se firmó el contrato en enero de 2024. Y por parte del Consistorio, aseguran desde el comité: "Nos dicen que no es cosa suya, porque es una contrata, y quien lo está pagando es el pueblo de Santa Pola y los trabajadores de Urbaser".
Ante la situación, desde el comité de empresa, formado por CCOO (mayoritario), UGT y CSIF, hay unanimidad en torno a la situación. Quieren recuperar el poder adquisitivo "perdido en los últimos cuatro años", poniendo de relieve que han perdido más de un 14% de subidas del IPC. Pretenden unas mejores condiciones en general y focalizando también en la conciliación. Por ahora, dado que no hay avance alguno, están organizando asambleas y planean movilizaciones para presionar. Quieren hacer pública la situación para buscar soluciones e intentar evitar un conflicto laboral, pero advierten que si no hay novedades, irán a la huelga. Actualmente la plantilla está formada por unos 130 trabajadores (temporales inclusive), aunque fuera del verano son menos.
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