El buen tiempo acompañó y los chicos disfrutaron a pleno de una jornada de víspera bien entretenida.
“La estamos pasando lindo, por suerte está tranqui”, comentó Luciana, sentada sobre el pasto seco y alejada del amontonamiento juvenil. De fondo se sentían gritos y euforia por Gabriel Morales, que estaba en el escenario.
En medio de la multitud, Daiana, Abigail, Pamela, Ivana, María José y Federico, del colegio Jacques Yves Cousteau, tomaron helado para aliviarse un poco del calor. Los chicos llegaron al predio en grupos numerosos, pero luego se fueron disgregando.
Entre tanto salto y festejo, el calor era inaguantable. Nicolás y Alberto, compañeros del colegio Juan Manuel de Rosas, de Villa San Lorenzo, respiraron hondo después de mojarse la cabeza y la cara con agua del camión cisterna. Los adolescentes admitieron que la propuesta en el Campo de la Cruz les resultó atractiva por la “cercanía” a casa.
Comentá la nota