Con un marco de gran belleza, con el imponente lago Nahuel Huapi de fondo, y el recientemente reinaugurado reloj de la torre del Palacio Municipal luciendo su renovada iluminación, Bariloche vivió una tarde a puro festejos.

Luego que sonaran las campanadas indicando las seis de la tarde, sobre el escenario ubicado al costado del mástil de la bandera, se hizo presente la banda de Pakapaka compartiendo un repertorio de conocidas canciones del canal infantil perteneciente al Ministerio de Educación de la Nación, que dijeron presente en el cumpleaños del lugar que se ha convertido en la postal de esta ciudad.

Le siguieron los Cazurros con su espectáculo de música y humor, con gran participación de grandes y chicos en las historias y aventuras que propusieron estos dos personajes. Emi Larea, conductor del canal infantil, también fue uno de los protagonistas de la tarde con sus divertidas intervenciones.

Surgidos de la memoria del pasado de nuestra ciudad, personajes vestidos de época recorrieron durante toda la tarde cada rincón del Centro Cívico, e interactuaron con el público compartiendo anécdotas de aquellas épocas, y lo hicieron tambień con la intendenta María Eugenia Martini, presente en estos festejos. En otro sector malabaristas realizaban sus proezas, mientras comenzaban a presentarse los distintos números musicales, que en esta oportunidad tuvieron un escenario poco común.

Los distintos balcones de los edificios que integran el Centro Cívico sirvieron para que los artistas brindaran su espectáculo, mientras que el público era el que se movía para disfrutar de cada uno de ellos. Comenzaron los Caradanam en el balcón del Museo de la Patagonia; le siguió la banda de Sikuri de la Escuela Municipal de Arte La Llave arriba del edificio de la Secretaría de Turismo; el Coro Municipal Juvenil brindó sus canciones en el balcón del Concejo Municipal. Luego el Grupo folclórico Andanzas estuvo sobre el escenario en el Centro Cívico, para terminar en el central con el histórico grupo local La Fragua.

El ritmo de los tambores de la Recuerda Candombe iniciaron su recorrida en las arcadas del céntrico lugar, y la gente acompañó con palmas y hasta algunos se animaron a bailar, para llegar hasta el centro de la plaza, finalizando con ellos los espectáculos programados al aire libre. Con la bajada del sol, el Palacio Municipal junto con la torre del Reloj lució su renovada iluminación destacándose cada detalle del histórico edificio.

El gran cierre para los festejos de los 75 años del Centro Cívico fue con la presentación de La Chingolera en la Biblioteca Sarmiento. Al cierre de esta edición esto estaba por comenzar con una sala llena de entusiastas para escuchar a los talentosos músicos de la familia Casalla.