Colón jugó un partido para el olvido y perdió ante un Racing alternativo por 4-1. Castillón, Romero (de penal), Núñez y Camacho marcaron para la Academia; mientras que Becerra descontó para el Sabalero.
En el Cilindro de Avellaneda, un Racing alternativo le dio una lección de fútbol, de actitud y de aptitud a Colón, al que goleó por 4-1, en uno de los encuentros que abrió la 5ª fecha de Primera División.
Facundo Castillón, Oscar Romero, de penal, Carlos Núñez y Washington Camacho marcaron para la Academia; en tanto descontó Raúl Becerra. Así, el Sabalero sigue sin ganar en el campeonato y sembró preocupación con una actuación muy pobre en todo sentido.
Después del buen empate ante Boca, eran muchas las expectativas para este duelo contra la Academia, que presentaba un elenco suplente para priorizar la Copa Libertadores. Es por ello que se trataba de una ocasión propicia para ir en busca del primer triunfo en el certamen.
Pero la realidad indica que poco le duroó el plan previo, ya que a los 6’, Facundo Castillón madrugó a todos con un disparo desde afuera del área para poner el 1-0, tras una endeble respuesta de Jorge Broun. Fue como barajar y dar de nuevo, aunque con la premisa de salir a buscar. Pese al golpazo que significó el tanto, el Sabalero nunca pudo hacer pie ante un Racing que, amén de hacer muy bien las cosas, con poquito le dio más de un dolor de cabeza a una defensa que mostró fisuras por todos lados. A eso, hay que agregarle la falta de peso ofensivo, donde Becerra fue neutralizado por la zaga local y, ni Ramírez ni Villarruel, lograron imponerse.
El equipo de Diego Cocca era prolijo en el manejo del balón y tenía a un intratable Carlos Núñez (el uruguayo estuvo mi cerca de llegar a Colón antes del cierre de libro de pases) en ofensiva, que a pura velocidad llevó mucho peligro al arco de Fatura Broun. Pero tanta era la superioridad local que, a los 32’, Núñez se le escapó a Ferracuti por izquierda y su centro dio en la mano –infantil–de Lucas Landa para que Luis Álvarez cobre penal, el cual cambió por gol el paraguayo Oscar Romero para el 2-0.
Nuevo golpe que dejó casi nocaut a un Rojinegro timorato e inconexo y que nunca pudo hacer pie. El Tirri Becerra tuvo la única con una chilena de larga distancia, pero se fue por encima del travesaño. En pocas palabras, Colón no hizo nada bien jugando el peor primer tiempo ante un rival que presentó una alineación alternativa –pero que parecía el último campeón– y que literalmente lo bailó. Luz de alarma.
Lo noqueó
Necesitado por cambiar su imagen, el equipo de Javier López apostó en los minutos iniciales a la tenencia del balón, algo que ponderó en las primeras fechas, pero su accionar le duró un suspiro, ya que Racing volvió a pisar el acelerador para acrecentar la fragilidad defensiva sabalera con el gol de Carlos Núnez a los 17’, que sacó a pasear a Landa, de pobre partido.
La Academia estaba dando un concierto con sus intérpretes sustitutos, cosa que casi ni se notó, también producto de la impericia y la impotencia de un Colón que continuaba sin ideas. A los 19’ llegó el descuento de Becerra para poner un poco picante el trámite, que hasta ese momento tenía a Racing como único actor.
El Alemán López mandó todos las opciones de ataque a la cancha (Cristian García y Cristian Guanca), pero ni así logró pegar el quiebre necesario para enderezar el rumbo. Pero a los 32’ llegó el golpe de nocaut con el tanto del uruguayo Washigton Camacho, que aprovechó un rebote que dio Broun luego de un disparo del santafesino Braian Fernández. No hizo otra que ponerle punto final a una historia que no se modificaría. Es verdad que Pablo Ledesma casi marca el segundo para el Sabalero a los 44’ con un zapatazo desde la puerta del área, pero se encontró con una excelente intervención de Nelson Ibáñez. De todas maneras, casi que pasó desapercibido ante la paupérrima performance Sabalera, que jugó un partido para el olvido, incluso peor que en el debut ante San Lorenzo.
Camacho tuvo el quinto tanto en sus pies, pero no fue convalidado por posición adelantada. Así fue como Luis Álvarez pitó el final del partido para el 4-1, que no hizo otra cosa que desnudar las falencias de un Colón que mostró su peor cara y que deberá trabajar a destajo para, primero, revertir su imagen, y después, para ir en busca de su primer halago, porque jugando así será imposible conseguirlo.
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