Los GPS en los colectivos aún no dieron los resultados esperados

En Transporte Urbano de Paraná aceptan que el funcionamiento del sistema de control satelital "todavía no es óptimo". Si bien mejoraron las frecuencias, en las paradas, los usuarios continúan molestos con el servicio público.
La colocación de GPS en los 178 colectivos del transporte urbano de pasajeros de Paraná trajo opiniones disímiles. En las desprotegidas paradas, en donde el sol castiga a los pasajeros, todos coinciden en que el servicio no mejoró.

Además, la mayoría de los usuarios, por más anuncios y campañas publicitarias que se hagan, continúan disconformes con el servicio.

La modernización del control de las unidades se estableció hace 55 días. La idea del municipio fue mejorar las frecuencias.

El director de Transporte Urbano del municipio, Germán Farías, explicó la situación: "Estamos en un proceso de adaptación. En Mar del Plata estuvieron cerca de un año para aceitar el proceso".

En el Municipio reconocen que los controles están funcionando pero también aceptan que "no es lo óptimo". Para Farías, el éxito del sistema de GPS resultará de la adecuación del chofer y de los recorridos que realicen las empresas.

El director de Transporte Urbano repite que es "un proceso". En la Municipalidad todavía no tienen la sala de control en donde se monitorean las unidades. Aseguran que la tendrán cuanto antes pero no se animan a establecer una fecha precisa.

En cuanto a la frecuencia ideal, Farias adelantó que, en las horas pico tiene que ser de siete minutos. En los barrios tolerarán una demora de 10 minutos.

Ayer al mediodía, en las horas pico, los colectivos pasaban con una frecuencia que variaba entre siete y 14 minutos. Es verdad que llegan más rápido que antes, aunque los pasajeros siguen esperando las unidades en condiciones deplorables.

La Línea Nº 8 fue la que más se ajustó al tiempo que pretende la Municipalidad. No más de siete minutos entre coche y coche. Esto permite que la gente pueda viajar un poco más cómoda.

En tanto, la Línea 7 superó los 14 minutos de frecuencia. El colectivo verde que tiene dos recorridos, uno que llega al barrio San Roque y otro que finaliza en barrio Hernandarias, demoró 14 minutos en pasar. La tardanza generó el fastidio de los usuarios que esperaban, al rayo del sol, en la esquina de Alem y Monte Caseros.

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