El Sindicato de Vendedores Ambulantes de Mar del Plata (Sivara) está de celebración. Para este verano 2015 logró iniciar una regularización de algunos de sus trabajadores: los 150 vendedores ambulantes que trabajan habitualmente en los Torneos de Fútbol estivales ya son parte del sistema tributario, tienen obra social y un aporte provisional para su jubilación futura.

El trabajo se desarrolló con el apoyo de la delegación local del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación gracias a gestiones de Carlos Cervera y articuló también la disposición con el actual concesionario del estado José María Minella. De este modo, es obligación de ahora en más regular a los trabajadores a través del Monotributo Social y poner en funcionamiento la ART para cada uno de los vendedores.

Esta búsqueda de facilitar y promover la incorporación a la economía formal para aquellas personas en situación de vulnerabilidad social, ya había concretado otro logro en octubre pasado, con la incorporación a este régimen tributario optativo de 100 vendedores ambulantes de playa.    

El Secretario General del Sivara local, José Lencina, comentó sobre este otro paso histórico: “ahora no solamente estos trabajadores reciben su ingreso, sino que, además, al tener el comprobante del monotributo, pueden acceder a trámites de la obra social para los trabajadores y sus hijos”. En esa línea, Lencina, inclusó, se entusiasmó a futuro: “Con el trabajo que realizamos en el Estadio Minella para este Torneo de Fútbol de Verano, iniciamos un camino que busca replicarse en todo el país a fin de que ningún trabajador quede excluido de sus derechos. Junto al Secretario General del Sivara a nivel nacional, Oscar Silva, venimos trabajando en proyectos que nos permitan torcer la historia con respecto al trabajo informal que siempre fue considerado el trabajo de venta ambulante”.

Entre otra de las buenas nuevas para estos trabajadores, el gremio implementó la entrega de pecheras para que cada trabajador esté identificado como vendedor ambulante y, de esta manera, se note también una prolijidad en su vestimenta.