En este segundo partido Ciclón fue más que su rival, sin llevarlo por delante, sin llenarle el área de gente, sin tener tantas chances claras de gol, pero fue el equipo que con gran inteligencia, con su capacidad defensiva, con la sabiduría de Adrián Brito y la calidad de Franco Valicenti, le alcanzó para mantener aquel uno a cero del primer partido, manteniendo a 22 de Octubre lejos de su arco, defendiendo con mucho criterio esa ventaja, jugando en campo rival. Ciclón, que había conformado un equipo para pelear el campeonato, que durante los primeros días de junio vivió con el corazón en la garganta y dependió del triunfo de Huracán ante Sportivo Bragado como visitante para quedarse adentro del torneo, después hizo los méritos necesarios para ganar primero la chance de ser finalista, dejando en el camino primero a Gimnasia y luego a Independiente, como si ello resultara poco. Un equipo bien constituido, que dijimos en su momento hubiera sido injusto que se quedara afuera de las rondas finales, un plantel que empezó a bosquejar Juan José Tenaglia en el primer año de su gestión y que fue fortaleciendo con jugadores del valor de Franco Valicenti y Guillermo Cejas.

En estas finales con 22 de Octubre, que también había armado lo suyo como para discutir bien arriba, Ciclón sacó la luz que lo hace justo campeón, que lo consagra después de tantos años, como si Huracán (que también tuvo su última alegría en la década del '60), lo hubiera despertado, le hubiera mostrado el camino, decirle que se podía, que el esfuerzo de tantos otros que pasaron haciendo historia, aunque no le dieron la alegría del campeonato, vale la pena, porque cuando anduvo tambaleando desde lo institucional y deportivo, aparecieron aquellos que pusieron el corazón para mantenerlo con vida, usando el respirador artificial.

En en el partido de ayer, Ciclón sin ganarlo fue el mejor de los dos, porque a 22 de Octubre le faltaron herramientas y planes para revertir el juego sencillo, ordenado, con jugadores de mucha experiencia, con jugadores ganadores como Cristian Milozzi, Fernando Fayart, Nicolás Giaccone, jugadores que saben hacer lo más difícil, lo mejor en el momento justo. 22 de Octubre tuvo en la encomiable labor de Darío Gutiérrez, a un gran bastonero de la ilusión campeona, pero no encontró en Alejandro Risso y en el goleador Ignacio Tapia, lo que debe aparecer en esos momentos donde hay que ir por más. En un partido que tenía que dar vuelta para ir por lo menos a los tiros desde los doce pasos para definir el título, no inquietó casi nunca a Pablo Jaime y fue Ciclón con aquel remate de Franco Valicenti en el primer tiempo o aquel remate fuerte de Juan Ignacio Gatica, el que tuvo las mejores oportunidades. Ciclón, un legítimo campeón, porque en el balance de los 180 minutos fue mejor.

Síntesis

22 de Octubre (0): Santiago Robledo, Luis Díaz, Joaquín Geremía, Martín Mora, Leonardo Mangoni, Darío Gutiérrez, Ezequiel Sessarego, Damián Denicio, Ignacio Tapia, Alejandro Risso y Gabriel Vargas. DT: Osvaldo D'Angelo.

Atlético Ciclón (0): Pablo Jaime, Cristian Milozzi, Franco Valicenti, Juan José Tenaglia, Adrián Brito, Fernando Fayart, Nicolás Giaccone, Guillermo Palomeque, Luciano Cánoves, Guillermo Cejas y Juan Ignacio Gatica. DT: Juan José Tenaglia.

Goles: no hubo. Cambios: ST 10m Jonatan Galante por Vargas (22), 20m Nicolás López por Cánoves (AC), 25m Manuel García por Sessarego (22), 37m Alfredo Ortega por Mangoni (22), 43 m Julio Irrazábal por Gatica (AC). Relevos: Nicolás Mendoza y Antonio Saez (22); Emmanuel Iannotti, Maximiliano Iranzo y Cristian Barreto (AC). Amonestados: Díaz, Mora, Gutiérrez y Denicio (22); Jaime, Milozzi, Brito, Fayart, Palomeque y Cejas (AC). Expulsados: ST 41m Galante (22). Arbitro: Rubén Darío Bustos; asistentes Ceballos y Ríos (Liga de Luján). Cancha: Club Deportivo Colón. Global: Ciclón 1 - 0.