Chofer de tragedia de Salto Encantado sabía que los frenos no funcionaban

Una testimonial complicó ayer a César Franco (38), quien conducía el vehículo accidentado y además sería el dueño del camión y quien reclutaba a los trabajadores. El padre de dos accidentados confirmó esa declaración.
Héctor Miranda, hermano de César Franco (38), conductor y propietario del camión que volcó provocando la muerte de cinco tareferos, reconoció en su declaración testimonial que Franco sabía que el camión que dirigía tenía problemas de frenos y a pesar de ello continuó su viaje trasladando en su caja a 25 personas, nueve de ellas menores de edad. Según la declaración de Miranda, Franco era además el capataz de la cuadrilla y quien se había encargado de reunirlos.

En su relato de los momentos previos al accidente, Miranda dijo: “En Aristóbulo del Valle hicimos la última parada porque el camión venía frenando mal porque tiraba para un lado, según el chofer. Él (se refiere a Franco) conocía un taller ubicado a una cuadra más o menos de la ruta donde también hacen chapa y pintura, ahí ajustaron algunas cosas, según mi hermano, y seguimos viaje”, declaró Miranda.

“Luego de eso mi hermano arrancó el camión y siguió viaje y al llegar a una zona de bajadas y curvas, escucho que mi hermano aparentemente quiere poner en baja el camión porque era muy empinada (la bajada) y ahí escucho el ruido que hace el cambio de la baja cuando falla y no quiere entrar. Luego de eso, el camión empezó a agarrar velocidad y allí salté porque me asusté y pensé que no iba a frenar. Luego de eso le grité a mis compañeros que salten y ellos se quedaron arriba y no saltaron. Agarró mucha velocidad y no lo vi más al camión. Lo perdí de vista y luego escuché un fuerte ruido. Fui corriendo y me encuentro con que chocó contra un árbol y todos mis familiares y compañeros se hallaban tirados por todos lados”, relató.

Los dichos de Miranda fueron confirmados por Luis Matos, padre de Eduardo (20) y Mario Ezequiel (16), quienes resultaron heridos tras el accidente. “Uno de mis hijos escuchó que el conductor dijo que el freno no estaba funcionando bien”, dijo.

Por necesidad

Matos contó que su hijo menor de edad trabaja en la tarefa por necesidad, debido a que su madre sufre de esquizofrenia y que él tiene inconvenientes en su columna vertebral, lo cual les impide trabajar.

“Nosotros no estamos en una situación buena, mi esposa y yo tenemos problemas de salud, entonces mi hijo sale a trabajar, y además tengo otros dos hijos que no los puedo mandar a la escuela porque no nos alcanza el dinero”.

Por su parte, María Olivera madre de Lucas de 14 años, uno de los tareferos accidentados el lunes en Salto Encantado, y que permanece internado en el hospital Madariaga en estado reservado. Contó que el chico trabaja desde hace dos años y que por eso dejó la escuela. “Los chicos mismos se deciden a ir, hablan con los choferes que los llevan, sin pedirle autorización a los padres" afirmó Olivera.

Sobre la situación de sus hijos, ninguno de los cuales terminó la secundaria, dijo que “ellos no quisieron estudiar, entonces yo les dije que el tiempo que iban a estar cabezudenado me acompañen a mi a trabajar. Pero en ningún momento los autoricé a que vayan a acampar”, dijo.

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