El marco del Día Forestal Mundial que se celebra hoy, instrumentado hace 42 años a instancias de la Confederación Europea de Agricultura, los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, encuentra al Chaco ante un desafío que es histórico por donde se lo mire.
En el marco de las reuniones con las distintas entidades del sector, expresó que se le planteó la necesitad de financiamiento para el sector, avanzar con los alcances del convenio de corresponsabilidad gremial, y acuerdos con provincias vecinas para el desarrollo de convenios forestales.
Destacó el compromiso del gobierno, los productores y las tanineras, para discutir la política forestal a implementarse aunque advirtió que hay que tener en cuenta el compromiso de la Subsecretaria de Recursos Naturales de agilizar trámites de solicitudes de ampliación e incorporación de cupos de permisos forestales, asi como la implementación de controles de los permisos vigentes para evitar el aprovechamiento ilegal de los productos forestales.
El día
Hace 42 años, precisamente en el año 1971, a instancias de la Confederación Europea de Agricultura, los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés), aprobaron que todos los 21 de marzo se recordara el Día Forestal Mundial.
Con el objeto de otorgarle un carácter simultáneo en todo el mundo, fue elegida esta fecha que representa el primer día de otoño en el hemisferio sur y el primer día de primavera en el hemisferio norte. Se trata sólo de un gesto, de un recordatorio sencillo pero trascendente para toda la humanidad. Todos los tipos de bosques proveen a los pueblos del mundo de bienes y servicios esenciales, sociales, económicos y ambientales.
Es tan importante para la humanidad la existencia de los bosques que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 20 de diciembre de 2006, la resolución que declara al 2011 como el “Año Internacional de los Bosques”, de manera de instar a todos los hombres a su conservación.
Dentro de la función productora de bienes que poseen los ecosistemas forestales se encuentran los llamados “maderables” y los “no maderables”. Como “maderables” tenemos la madera, con la que se construyen viviendas, aberturas, muebles y una serie de objetos más que con sólo mirar a nuestro alrededor descubriremos, la leña y el carbón vegetal, que se utilizan como combustible (calefacción y cocción de alimentos).
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