No cesan los reclamos por el estado de las rutas que atraviesan la Región

No cesan los reclamos por el estado de las rutas que atraviesan la Región

A los proyectos e iniciativas que se impulsan desde el sector político se suman las manifestaciones realizadas por vecinos de Junín y de distritos vecinos que claman por el arreglo de las carreteras zonales. Los testimonios indignados de los viajantes.

 

Sin solución de continuidad, los reclamos por el mal estado de las rutas que atraviesan el noroeste bonaerense se replican a cada  momento y con una preocupación que no para de crecer debido,  a la demora en la ejecución de obras - si es que hay algún plan de mejoras en carpeta- y, lo peor, a la cantidad de hombres y mujeres que resultan atrapados por esas trampas de asfalto roto que suelen ser mortales.

Tanta es la deficiencia que exhiben las carreteras que no hay una semana en la que no surja un proyecto legislativo pidiendo la reparación de los caminos pavimentados más transitados de esta región, planteos que corren distinta suerte a la hora de ser respondidos con hechos por el Estado nacional o el provincial, según la jurisdicción de la que dependan las sendas en cuestión.  Pero la voz que mejor suele retratar lo peligroso que es poner ruedas en ruta es la de aquellos que transitan todos los días de una ciudad o un pueblo a otro y, despojados de la formalidad política, relatan lo que es lidiar con mares de pozos de todo tipo y tamaño, una evidente falta de mantenimiento y escasa señalización, entre otros vicios propios del asunto.

Uno de los tantos espejos donde es posible visualizar ese malhumor es el sitio web www.rutaspeligrosas.com.ar, creado el año pasado para, entre otras cosas, recibir denuncias de vecinos que refieren al aspecto que muestran los caminos por los que circulan habitualmente. 

Ingresando a ese portal, se podrá apreciar una gran cantidad de testimonios de hombres y mujeres de Junín y de distritos de la zona. A continuación, algunos de esos relatos:

Gerardo Ferrari: “Sería bueno que miren las rutas en su totalidad, como por ejemplo la 65 en el tramo que va de Junín a Guaminí”

Juan Carlos Azpilleta: “La Ruta Provincial 51, desde Chivilcoy hasta Ramallo, se encuentra totalmente en mal estado.

María Andrea Cañas: “Ruta Provincial 50, kilómetro 58. Punto de referencia: Lincoln. Problema: Pozo muy profundo”.

Nicolás Galvani Pardo: “Conozco la ruta 65 porque nací en Henderson y su estado es lamentable”.

Héctor Jesús Bordino: “Todas: las nacionales, las provinciales, los caminos vecinales, las de asfalto, las de tierra… en cada kilómetro donde no falta una señalización clara, falta un pedazo de la ruta. Y no hablemos de los días de lluvia, las autopistas son ríos de agua y las demás, puro charco. Las concesionadas hace más de veinte años ya deberían tener cuatro carriles como mínimo en toda la extensión de su concesión. Ando por las rutas y me acuerdo a cada momento de todos aquellos que deberían ocuparse de darnos seguridad”.

Juan Giménez: “A ver si arreglamos el tramo de la 188, desde Pergamino hasta Salto, que es un chiquero”.

@lugarciag (a través de twitter):  “Una ruta tan importante como la 7 no puede estar con kilómetros sin banquinas, es una bomba letal. También les faltó la 51 y la 191, de Arrecifes ,  a 48 kilómetros de Pergamino”.

Ricardo Gabriel D´Annunzio: “Muchas rutas de la Argentina no solamente son peligrosas, sino obsoletas, sobre todo por ser angostas. Y en las autopistas se corren demasiados peligros debido al exceso de velocidad y marcadas imprudencias”. 

Claudio Fabián: “ Pido que arreglen la Ruta Nacional 5 y la Provincial 65. Estas son las rutas de la muerte. La 5 está cada día más intransitable, la reparación es solamente tapar las rajaduras y pozos, lo que la hace más inestable para los vehículos.  La 65 es un desastre,  hay baches profundos y eso hace que los vehículos rompan tren delantero y cubiertas. Ya llevan ambas rutas ocasionando muchas muertes y accidentes por su deterioro”. Sí, en medio de un escenario gigante que propone un sinfín de obstáculos temibles, los miles de automovilistas que transitan el anillo principal del noroeste bonaerense se debaten día a día entre la inseguridad y el miedo de que un infortunio los deje a mitad de camino, ya no entre el lugar de salida y el destino sino entre la vida y la muerte.

En lo que va del año, Democracia contabilizó cerca de cuarenta fallecidos como consecuencia de los siniestros viales ocurridos en cien kilómetros a la redonda de Junín. 

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