En tiempos donde la autocrítica suele ser un elemento al que no muchos echan mano, la reacción de ayer del juvenil marcador central merece ser destacada.
En tiempos donde la autocrítica suele ser un elemento al que no muchos echan mano, la reacción de ayer de Tomás Berra merece ser destacada. “Contra Belgrano perdimos por culpa mía”, tiró el defensor sin sonrojarse, en clara alusión al gol que Central sufrió en el estadio Kempes cuando sólo iban dos minutos de juego. “Soy autocrítico, sé cuando hago las cosas bien y cuando las hago mal. Soy consciente de que el viernes cometí un error y que perdimos por mi culpa y está bien decirlo. No es nada de otro mundo”, apuntó.
Esa jugaba en la que falló en el cierre antes de que Julio Furch cabeceara al gol es algo que quedó dando vueltas en la cabeza de Berra, uno de los tantos jóvenes que están tratando de afianzarse en el primer equipo canalla, pero que no por su condición de juvenil le escapa al bulto.
“Lamentablemente nos costó un partido porque fue en los primeros minutos y no supimos darlo vuelta. Yo me hago cargo porque el gol de Belgrano fue culpa mía, más allá de que se puede equivocar cualquiera”, sentenció Berra, quien a la hora de ahondar en lo sucedido dijo: “Me resbalé. Estaba adelante en la jugada y sabía que la pelota iba a venir ahí, pero cuando quise arrancar dejé el pie de apoyo atrás y perdí la estabilidad”.
Claro que no fue un acto de autoflagelación ni mucho menos. Es más, trató de rescatar algo positivo de lo acontecido y eso tiene que ver con “la importancia” que le da a la palabra de sus compañeros, especialmente “de los más experimentados”, de los que “pasaron miles de veces por este tipo de situaciones”.
“En el micro venía con Mauricio (Caranta) y lo que me decía era que me quedara tranquilo porque no fue un error táctico, sino una jugada desafortunada. Cuando los referentes te hablan te quedás más tranquilo porque son jugadores que ya pasaron miles de veces por situaciones como estas”, agregó.
Pero su análisis con espíritu autocrítico intentó ir un poco más allá de su error. Considera que “al equipo no le faltó rebeldía”, sino “fútbol”. Por eso esgrimió que “los que juegan bien en el medio no se juntaron y también fallamos los del fondo a la hora de salir jugando. Y cuando pasa eso es muy difícil generar situaciones”, apuntó.
—¿Qué cosas creés que se hicieron mal?
—Muchas cosas. Estuvimos mal con la pelota, desconcentrados atrás y no generamos muchas situaciones de peligro en el arco rival. Son errores que no podemos cometer, más allá de que a todos los equipos les cuesta lograr la regularidad.
—¿A qué se debe eso, sobre todo después del partido que habían jugado en el clásico?
—El clásico es un partido aparte y no se puede medir todos los partidos con esa misma vara, aunque lo ideal sería jugar siempre como lo hicimos contra Newell’s. Hay que tratar de ponernos en la cabeza de jugar así siempre.
—¿Se puede hablar de un bajón porque estén pensando en la Copa Argentina?
—Es un objetivo lindo, pero si nos ponemos a pensar en eso directamente regalemos los nueve puntos que hay por jugar antes de la copa. No es algo que nos convenga porque así vamos a llegar faltos de confianza y no es lo que más nos convenga.
—¿Estos partidos previos a la Copa Argentina hay que tomarlos como parámetro para encontrar el funcionamiento ideal de cara al gran objetivo?
—Todos los partidos son importantes. Nosotros pensamos en ganar el sábado frente a Atlético de Rafaela, en ganar el que viene y después ganar también en la Copa Argentina. Sabemos que el funcionamiento que estamos mostrando no es el ideal, pero hay que trabajar pensando en mejorar. w
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