Central ya se expuso al desafío de demostrar su estatura futbolística

El Central del Chacho Coudet ahora piensa en Aldosivi, pero tiene la ventaja de haber probado ya la maquinaria futbolística y entonado por el triunfo ante River.

Una etapa cumplida. Que contó con el sustento de apenas 90 minutos, pero que en definitiva resultó un paso adelante de cara a lo que se viene. Y el resultado no es lo que se intenta tomar en cuenta, aunque haya resultado un condimento extra e invalorable. Aquella situación, la de tener que alterar la rutina de la pretemporada por el adelantamiento del partido ante River por la Copa Argentina, que se vio con recelo y se analizó como compleja, hoy puede tomarse como una ventaja. Central ya salió al ruedo, ya hizo funcionar su maquinaria futbolística, lo que no es poco. Más teniendo en cuenta que por los escasos días de trabajo esa rápida salida a escena fue sin encuentros amistosos. Así, hay una base más sólida a partir de la cual proyectar lo que será el reinicio del torneo para el Canalla, programado para el lunes 13 en Mar del Plata.

  La misión de haber tenido que salir a exhibir estatura futbolística rápidamente fue un enorme desafío, especialmente si esa contigencia tenía como parámetro a este River que, también con poco trabajo encima, es uno de los semifinalistas de la Copa Libertadores de América, potencial líder (junto a San Lorenzo) del torneo local y portador del título de haber sido el único equipo que había logrado poner de rodillas a Central en el primer tramo del campeonato.

  Hasta aquí no hay mención de lo que fue la cuestión netamente futbolística, de la respuesta que se entregó desde el juego mismo. Y en ese sinfín de elementos a los cuales podría resultar necesario poner bajo la lupa hay de todo un poco. Porque el comportamiento fue desde la imagen de cierta solidez, en la que la idea y el accionar se tomaron de la mano, hasta el desconcierto en el que se encontró el equipo en el momento en el que más lucidez ameritaba el trámite. Eduardo Coudet hizo público su pensamiento sobre las cosas buenas y las señales de alerta que aparecieron. Pero reducir todo al “nivel” expuesto no parece lo más aconsejable. Es normal que en los inicios de cada semestre aparezcan altibajos.

  Hoy esos 90 minutos en San Juan cotizan en alza. A priori no es lo mismo poner primera en el torneo para un Central habiendo medido fuerzas con River por una competencia oficial que en este caso para Aldosivi a partir de cualquier amistoso. Coudet pudo corroborar, por ejemplo, que Pablo Alvarez está capacitado para cumplir con la función de primer marcador central (ya lo había hecho ante Independiente, por la 15ª fecha), que Víctor Salazar sigue siendo una buena variable en la cual confiar, que Walter Montoya, pese a su escaso rodaje, puede bancarse el desafío. Es más, está la chance, grande por cierto, que César Delgado pueda reinsertarse en la estructura. Similar situación para Javier Pinola (ver aparte).

  Hoy el ensamble es ni más ni menos que el que busca cualquier equipo en este tipo de circunstancias. Y Central no es la excepción. Con la particular sensación de cierto deber cumplido y el aliciente de que lo que era una apuesta fuerte resultó un pleno. Se insiste en que el tema del resultado colabora, fortalece y empuja, aunque pueda resultar aleatorio. No así en lo que tiene que ver con la posibilidad de haber calentado motores. Eso es hoy, para Coudet y los suyos, un bien preciado.

Delgado y Pinola, dos a tener en cuenta

Coudet ya tiene en la cabeza gran parte de los nombres que tendrán la misión de reiniciar el torneo. Sólo puede haber lugar para algún que otro retoque en relación a los once que vienen de vencer a River. Las principales incógnitas seguramente se instalarán sobre César Delgado y Javier Pinola, aunque el Chelito sería el que más chances tendría.

  Delgado tenía todo para jugar en San Juan, pero una molestia lo dejó afuera del partido. Fue por eso que debieron realizarle estudios para descartar cualquier lesión importante y los resultados entregaron buenas señales para el futbolista y, especialmente, para el técnico. De no mediar inconvenientes el atacante estaría en condiciones y si eso sucede es firme candidato a recuperar su lugar entre los titulares, posiblemente por Walter Montoya, quien fue el elegido por el Chacho el pasado viernes.

  Después está la situación de Pinola. Coudet lo vio muy bien en los primeros entrenamientos y de hecho decidió concentrarlo, aunque a último momento optó por dejarlo en Arroyo Seco para que intensifique los trabajos y haga algo de fútbol. También hay que atender las declaraciones del DT sobre la necesidad de “llevarlo despacio” porque hay un acondicionamiento al “fútbol argentino” que debe cumplir. Si juega podría ser por Salazar (Alvarez iría a marcar punta por derecha) y si no seguramente ocupará un lugar en el banco.

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