Causa Junín: Abel Oscar Bracken fue condenado a prisión perpetua

Causa Junín: Abel Oscar Bracken fue condenado a prisión perpetua

El ex comisario linqueño recibió la pena más dura, al igual que el ex militar Ángel Gómez Pola. Silvio Manzanares y Antonio Chiacchetta fueron condenados a 25 años de prisión; mientras que Esterlich y Almirón recibieron penas de 18 años; el más beneficiado fue el ex policía mediático Edgardo Mastrandrea que deberá purgar una condena de 15 años. 

Cada una de las sentencias fue acompañada por aplausos y gritos de todo el salón que, de pie, escuchó con atención el veredicto del Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata. Ya habían pasado algunos minutos de las 0:30 de hoy cuando los jueces volvieron tras deliberar por más de 3 horas. Así llegó a su final el primer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Junín durante la última dictadura militar, con penas de prisión perpetua para Ángel Gómez Pola y Abel Oscar Bracken; y condenas más leves para el resto de los imputados.

La audiencia, que empezó poco después del mediodía de ayer, finalizó en las primeras horas de hoy, cuando los jueces Carlos Rozansky, Pablo Vega y César Álvarez, ingresaron por última vez al salón de la democracia de la UNNOBA. Fue una jornada agotadora, con pocos cuartos intermedios y con el peso de ser la definitiva, con la mayor asistencia de público de las 12 que la precedieron.

Tanto público llegó que hizo falta colocar parlantes en la entrada del salón para que los que se quedaban sin poder ingresar, también pudieran escuchar lo que sucedía dentro. Como en el resto de las audiencias todo se desarrolló con tranquilidad, salvó algunos pequeños silbidos a las intervenciones de la defensa.

Sin hacer lugar a ninguno de los planteos realizados por las defensas, los jueces se prepararon para dar a conocer el veredicto. En las sillas, expectantes, esperaban con ansias los sobrevivientes a la mayor tragedia argentina. Pasaron casi 40 años para que estas familias juninenses puedan tener justicia.

Cuando Rozansky leyó la condena a prisión perpetua contra Ángel Gómez Pola, el lugar explotó. La angustia acumulada, las ganas de festejar y la alegría que se mezcló con el doloroso recuerdo de lo vivido, empezaban a tener un final feliz.

El ex militar fue condenado por los homicidios, doblemente agravados, de Hugo Torreta, Gilberto "Beto" Mesa y Adelmar Romie, en concurso real con privación ilegal de la libertad, agravada y la aplicación de tormentos agravados.

Igual suerte corrió el ex comisario Abel Oscar Bracken, a quien también se lo condenó a la pena de prisión perpetua por considerárselo coautor del homicidio de Hugo Torreta, en concurso real con privación ilegal de la libertad, agravada y la aplicación de tormentos agravados.

Por su parte los ex policías bonaerenses Silvio Manzanares y Aldo Antonio Chiacchetta (médico) fueron condenados a la pena de 25 años de prisión "e inhabilitación absoluta por el término de la condena por su complicidad en la última dictadura cívico-militar al haber intervenido en el sometimiento del grupo de detenidos ilegales a condiciones inhumanas. Se los consideró coautor de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos agravado por tratarse de un perseguido político".

En tanto Julio Angel Esterlich y Miguel Angel Almirón, fueron condenados a la pena de 18 años de prisión en los mismos términos que los imputados anteriores.

El que terminó teniendo una condena menor fue, precisamente, el que más se quejó de su abogado defensor. Edgardo Mastrandrea, el ex comisario mediático, recibió una pena de 15 años de prisión por los mismos crímenes que se les imputó a sus camaradas de armas. Ahí se escucharon nuevos abucheos, que fueron rápidamente acallados por más aplausos, al entenderse que se estaba asistiendo a un momento histórico.

El tribunal además hará conocer a los poderes Nacional y Provincial para que se inicie el proceso de baja de los condenados y la suspensión de todo beneficio como jubilación, pensión o retiro, según corresponda una vez que la pena quede firme.

Además se remitirán actuaciones a la Fiscalía Federal de Junín para que inicie la investigación de personas mencionadas durante las audiencias como partícipes en actividades ilegales contra detenidos perseguidos políticos. Y se elevará a Comodoro Py el testimonio de María Elena Etchepare, ya que allí se instruye una causa por los delitos contra la integridad sexual durante la dictadura.

Se revocó la detención domiciliaria de Chiachietta, Almirón y Bracken, no así la de Gómez Pola. También se comunicará el fallo al Colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires para que adopte las medidas disciplinarias contra el doctor Chiachietta.

Los defensores solicitaron la absolución de sus defendidos y marcaron diversas nulidades

Las defensas de Angel Gómez Pola, Abel Bracken, Angel Esterlich, Edgardo Mastrandrea, Aldo Chiacchetta, Silvio Manzanares y Miguel Angel Almiron plantearon en el inicio de la jornada la nulidad de varios de los fundamentos de la fiscalía y las querellas, y las inmediatas absoluciones y liberaciones de sus defendidos.

Durante cerca de siete horas el defensor oficial de los ex policías bonaerenses, El doctor Hernández pidió la nulidad de todo lo actuado en las audiencias debido a que consideró que se han vulnerado los derechos de los imputados ante la transmisión en directo de las jornadas por parte de una agencia informativa del Poder Judicial como también por la reproducción en los medios de prensa de los testimonios vertidos durante el juicio. Para ello se basó en argumentos internacionales planteados en tal sentido.

La defensa también cuestionó la actuación de las secretarías de Derechos Humanos tanto de la Nación como de la Provincia, que actuaron como parte querellante.

Por su parte la defensora Paula Colombo, representante del ex teniente coronel Angel Gómez Pola, consideró que las imputaciones hacia el ex militar "no están acreditadas", por lo que también pido la absolución del mismo y su inmediata liberación. Además adhirió a los pedidos de nulidad realizados por el doctor Hernández.

El alegato de la doctora Colombo tuvo lugar tras la extensa exposición del doctor Hernández que duró unas cinco horas y media, ya que comenzó poco antes de las 13 y se extendió hasta pasadas las 18.30, con dos cuartos intermedios.

La doctora Colombo recurrió a testimonios de juninenses detenidos en forma ilegal durante el régimen militar quienes hicieron mención al mismo Camblor y a otros jefes militares como Díaz, Larrateguy y Melsner, tratando de dejar ajeno en todo momento de las acciones represivas y de toma de declaraciones a su defendido.

Sobre el caso del homicidio de Adrián Romié, la defensora consideró que Gómez Pola no estuvo involucrado en este episodio y también recurrió a varios testimonios como el de la madre del joven juninense desaparecido. Idéntica estrategia impulsó en el caso de Alberto "Beto" Mesa y en el homicidio de Hugo Torreta.

"Quien mandaba y conducía en la ciudad de Junín era Camblor y su plana mayor. Nadie manifestó tener un permiso firmado por mi defendido y tampoco nadie manifestó haber sido interrogado por Gómez Pola en la cárcel, en la Comisaría Primera o en Morse", insistió.

Radio abierta y festival cultural

Desde muy temprano integrantes del Frente para la Memoria Colectiva montaron en la entrada del rectorado de la UNNOBA una radio abierta, que funcionó en paralelo con lo que sucedía dentro del salón de la democracia, que terminó siendo muy útil para los cientos que un puedieron entrar por cuestiones de capacidad.

Además muy cerca de allí se montó un escenario por el que pasaron diversas actividades artísticas, desde teatro hasta música, parte de la iniciativa del frente para festejar la sentencia del tribunal. Similar a lo realizado en la vigilia del inicio del juicio a mediados de noviembre.

Últimas palabras

Tras los alegatos el tribunal le permitió a los imputados pronunciar sus ultimas palabras antes de conocerse el veredicto. Con bastantes dificultades, por las complicaciones de haber tenido que tener a parte de los acusados en el penal de Ezeiza, los jueces le preguntaron a los siete si iban a hacer uso de su derecho a hablar.

Solo Almirón y Mastrandrea, que lo hizo en su habitual modo provocador, hicieron uso de ese derecho. El resto de los imputados prefirió guardar silencio.

Almirón: "quiero agradecer el acompañamiento de mi esposa y familia, de mis amigos y vecinos, locales y extranjeros.- lo mismo que a mis defensores, que hicieron lo legal y humanamente posible para ejercer mi defensa...por último, pese a que se me aconsejo que no lo haga, quiero agradecer al tribunal y a la secretaria haberme dejado visitar a mi esposa internada"

Mastrandrea: "Quiero agradecer a la ciudad de Junín por darle la espalda a este juicio por su ausencia bien marcada", dijo y desató una oleada de silbidos y abucheos de los asistentes al juicio, entre ellos muchos de sus víctimas.

Fuente: Diario La Verdad (Junín).

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